Tradicional y espeluznante, así es la carrera de motos más peligrosa del mundo

En la Isla de Man, sobre el Mar de Irlanda, se realiza desde hace 109 años una competición en la que han muerto más de 240 pilotos. Excluida del Mundial de Motociclismo, el circuito se sostiene por su connotación épica y legendaria. La radiografía de una prueba con motos que viajan a 300 km/h

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Motos de gran cilindrada compiten durante una semana en una prueba tan histórica como riesgosa
Motos de gran cilindrada compiten durante una semana en una prueba tan histórica como riesgosa

Tradición, épica, orgullo, leyenda. La Isla de Man es una especie de fábula que conserva todos sus muertos en un altar tejido de gloria, osadía, valentía. El número de fallecidos perdió nitidez. La cifra no es exacta, pero se estiman más de 240 decesos. Las tragedias se naturalizaron: en la competencia de Tourist Trophy -TT- morir es una suceso de alta probabilidad. La historia del circuito en el que los pilotos se vuelven mártires.

No existe en el mundo una carrera más peligrosa que la de la Isla de Man. La recubre un velo de mística que empata con su prontuario de mortalidad. En cada curva, en cada recta del circuito de 61 kilómetros conformado por calles, rutas, paisajes urbanos y rurales, el riesgo es una amenaza latente. Esta isla, emplazada en el corazón del Mar de Irlanda, sobre la costa oeste de Gran Bretaña, alberga y atesora a la competencia más antigua del calendario motociclístico internacional.

Velocidad, adrenalina, temeridad, habilidad, pasión: la esencia de las motos se extralimitan en este trazado. Esta combustión de factores presenta un desafío de superación, un desafío que cancela el compendio trágico de su historia. La dinámica legitima una aventura de motos de gran cilindrada lanzadas a máxima celeridad por caminos públicos, delimitado por muros, columnas, cordones, gente en ámbito urbano o por pendientes, rocas, precipicios, descampados en paisajes agrestes.

La carrera se extiende por 61 kilómetros entre rutas rurales y calles de ciudad
La carrera se extiende por 61 kilómetros entre rutas rurales y calles de ciudad

El primer TT formal fue organizado en 1907 cuando el Auto-Cycle Club de Londres e instauró la competencia añadiendo a la prueba la zona montañosa del norte de la isla, cuya bajada termina en la célebre Windy Corner ("la esquina ventosa"), barrida por los vientos marítimos. Aquella competencia bautismal acentuaba las condiciones "turísticas" de las motos: sin restricciones ni limitaciones de peso o cilindrada. Los conductores pioneros comenzaron corriendo por pistas sin asfaltar con velocidades promedio de 60 kilómetros por hora. Hoy las motos de más de 200 caballos de potencia alcanzan registros superiores a los 200 kilómetros por hora y llegan en un trazado recto a viajar a más de 300 kilómetros por hora.

En 1911 el circuito se extendió para adjuntar el Circuito de Montaña, también caratulado "Snaefell Mountain Circuit", una prueba dibujada con 264 curvas. En aquellos tiempos, las carreras de motos estaban prohibidas en Inglaterra, pero la Isla de Man presumía de su estatus de nación y de su legislación independiente, emancipada de las cadenas del Reino. Una autonomía que permitía en la región eludir los límites de velocidad.

Bajo estas condiciones, muchos pilotos -incluidas algunas estrellas de Moto GP- no sobrevivieron al desafío de acelerar sobre paisajes misteriosos y traicioneros. Su precio en vidas lo erradicó del calendario del Mundial de Motociclismo, el Gran Premio de la Isla de Man participó de la competición más importante del año desde 1949 hasta 1976.

A la vera del camino, hay monumentos que conmemoran a los pilotos fallecidos en la Isla
A la vera del camino, hay monumentos que conmemoran a los pilotos fallecidos en la Isla

Man, una isla con dependencia de la corona británica con gobierno autónomo conformada por una isla principal y algunos islotes, aglomera anualmente a 60 mil motoqueros de todo el globo. Si el parámetro son las 35 mil personas que habitan la isla según su último censo, durante la competencia su población se duplica. El TT de la Isla no es sólo una carrera, es un auténtico festival de motociclismo -sólo la semana de Daytona en Estados Unidos la supera en congregación- que se celebra a principios de junio durante más de una semana.

Sus nativos admiten el riesgo que concede a Man su fama internacional. Respaldan la filosofía "sin límites" de la carrera, la patrocinan y la festejan. La carrera sin ley en la que no existe el límite de velocidad se respeta en la vida diaria, donde tampoco hay restricciones viales a los excesos. Como metáfora de su esencia, en el puerto de Douglas, capital de la isla, se erige un cartel: "Si no te gustan nuestra reglas, sale un barco cada media hora".

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