Los trenes bala transforman el movimiento migratorio más grande del mundo

Por Bloomberg

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Millones de chinos se amontonan en trenes para hacer el peregrinaje anual para las vacaciones del Año Nuevo Lunar. Es una experiencia que está cambiando rápidamente gracias a la implantación del tren de alta velocidad.

China ya posee la red de trenes bala más larga del mundo, pero está invirtiendo USD 556 mil millones más para expandir su sistema ferroviario en un 18 por ciento durante los próximos dos años, hasta llegar a los 150,000 kilómetros.

Gran parte de eso se invertirá en la extensión de la red de alta velocidad hacia el oeste, que incluye partes del país que el antiguo poeta chino Li Bai habló alguna vez, zonas muy montañosas cuyo acceso eran tan difícil como alcanzar el cielo.

Casi 400 millones de personas –es decir, más que la población de Estados Unidos- viajan en tren durante el Año Nuevo Lunar, también conocido como Festival de Primavera. Las fábricas y oficinas de China cierran durante una semana, lo que desata la mayor migración de humanos en el planeta. Muchos de los 1,400 millones de ciudadanos del país regresan a sus lugares de origen para reuniones familiares o, cada vez más, están aprovechando la oportunidad hacer turismo tanto en el propio país como en el extranjero.

Si bien la llegada de los vuelos a precio reducido ha atenuado el atractivo de los viajes en tren en otras partes del mundo, en China va en aumento. El último Festival de Primavera registró un récord de 10.96 millones de trayectos en un día y, por primera vez, más personas tomaron más trenes bala que convencionales, según datos oficiales.

El tren de alta velocidad ha arrasado, con más de la mitad de la red de 25,000 kilómetros construida entre 2013 y 2017. El plan es expandirlo en más del 50 por ciento para 2025, con ocho líneas que vayan de este a oeste. China tiene la intención, además, de tener otras ocho líneas principales que se extiendan también de norte a sur.

Eso abrirá la red, que inicialmente se centró en establecer conexiones de alta velocidad en los principales centros económicos a lo largo de la costa este más próspera de China, hacia el oeste menos desarrollado.

"Estas líneas proporcionan una gran capacidad durante los períodos pico de viaje como el Año Nuevo Lunar y en otros tiempos pueden estimular el crecimiento en el turismo y otras empresas del sector de servicios en el oeste de China", según Sun Zhang, experto en ferrocarriles de la Universidad Tongji en Shanghai. "El tren de alta velocidad ayudará a cerrar los desequilibrios económicos entre el este y el oeste de China", apunta.

La última de las líneas de tren bala hacia el oeste se inauguró en diciembre y conecta Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, con Xi'an, una ciudad al noroeste de China famosa por los Guerreros de Terracota.

Con una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora, el tren de alta velocidad atraviesa el terreno montañoso de la región en un cuarto del tiempo que toma un tren regular. El costo, que comienza en USD 42 por un boleto de un viaje, es aproximadamente la mitad del de un vuelo de ida.

Chen Gaozhi, un hombre de negocios que vive en Xi'an, suele hacer esta ruta. Toma un tren de alta velocidad para regresar a su ciudad natal, Sichuan.

"Siempre solía volar a casa, pero entre el 70 y el 80 por ciento de los vuelos se retrasan. La peor experiencia fue hace cuatro años, cuando tenía un vuelo de regreso a Xi'an después del Año Nuevo, y estaba programado para las seis de la tarde pero el avión no despegó hasta pasada la medianoche", recuerda.

Se espera que la gente haga 390 millones de viajes durante el próximo mes de marzo, el período típico de vacaciones. Eso es un 8.8 por ciento más que el año anterior y casi el doble de los 200 millones de viajes realizados en 2010. Cuatro de las ocho líneas de alta velocidad que van de este a oeste ya están en funcionamiento.

La última vez que Gaozhi tomó un tren para sus vacaciones fue cuando estaba en la universidad, y tardó unas 16 horas. Este vez, dice, "solo toma tres horas ir a casa".