Este “golden retriever” tiene amputadas sus cuatro patas y, ahora, es un perro de terapia

Por Elyse Samuels

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Chi Chi puede caminar y correr gracias a sus prótesis en las patas y, ahora, es una perra de terapia (Bob Fugate / The Washington Post)
Chi Chi puede caminar y correr gracias a sus prótesis en las patas y, ahora, es una perra de terapia (Bob Fugate / The Washington Post)

Chi Chi, una Golden retriever de tres años, es enérgico y amoroso. Le gustan los juguetes rechinantes, las zanahorias y que sus dueños, Elizabeth Howell, su esposo y su hija, le hagan mimos.

Pero Chi Chi no es una perra normal y corriente: tiene las cuatro patas amputadas y camina con una prótesis en cada una de ellas. Su historia de vida, que empezó en una operación de carne de perro en Corea del Sur y acabó en una cómoda casa de los Howell en Phoenix (Arizona), ha hecho que tenga una gran cantidad de seguidores en Internet y en su propia comunidad.

Chi Chi, que según Howell es una "bendición todos los días de nuestras vidas", hace unas semanas que terminó un curso de capacitación de perros de terapia y ahora visita regularmente un centro de veteranos, un centro de vida asistida y estudiantes con necesidades especiales en una escuela primaria.

Es una transformación notable para un perro que fue abandonado en una bolsa de basura en las afueras de un mercado de carne, a principios de 2016. Sus piernas habían sido atadas con alambre, con los huesos y el tejido corporal expuestos. El grupo de rescate que la encontró la iba a poner eutanasia pero los miembros de emergencia tuvieron dudas después de que la vieron moviendo la cola y expresando su espíritu positivo, tal y como cuenta Howell. En cambio, decidieron amputarle todas las piernas y le dieron un nombre: Chi Chi, en honor a un orador motivacional cristiano de Australia, Nick Vujicic, que nació sin extremidades.

Chi Chi, al principio, era reticente a interactuar pero cambió su actitud con el paso del tiempo (Bob Fugate / The Washington Post).
Chi Chi, al principio, era reticente a interactuar pero cambió su actitud con el paso del tiempo (Bob Fugate / The Washington Post).

"Decidieron que había algo especial en ella y que quería vivir, así que decidieron intentar salvarla", recuerda ella, de 46 años, que ha trabajado como ejecutiva de una consultoría tecnológica. "Hubo algo en ella que también los tocó", añadió.

Kelly O'Meara, directora del departamento de animales de compañía de Humane Society International, dijo que se estima que, cada año, 2.5 millones de perros son sacrificados para el consumo en Corea del Sur. Los activistas afirman que la práctica de comer este tipo de carne está cayendo en desgracia entre las generaciones más jóvenes, pero es una tendencia que se está registrando de forma lenta.

"Es el único país que comercializa perros en las granjas. Las razas más grandes son las que, a menudo, verás… para el sacrificio y para el consumo", declara O'Meara.

Dos meses después de su hallazgo, Nabiya Irion Hope Project, un grupo de bienestar animal en Corea del Sur, envió a Chi Chi al Grupo de Educación y Rescate de Animales (ARME por sus siglas en inglés) en Los Ángeles (California), donde ambas organizaciones creían que tenían una mejor oportunidad de adopción. Howell recuerda ahora que vio un video de la perra "y no podía olvidarla".

"La vi varias veces sentada. No sabía lo que estaba pasando o cuál era su historia, pero sabía que algo horrible le había sucedido. Realmente fueron sus ojos los que me atraparon", confiesa.

(Getty)
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Los Howell, que han tenido ocho perros en casi 24 años de matrimonio, decidieron que querían que Chi Chi fuera su próxima mascota. En marzo de 2016, ARME la llevó de Los Ángeles a Phoenix. Seis meses más tarde, recibió una prótesis personalizada que ahora le permite caminar y correr.

Después de una corta pero traumática vida de abuso, según Howell, en un principio Chi Chi se mostró reticente a interactuar. Pero eso cambió en cuestión de meses. Ahora, la perra confía en los humanos "sin ningún temor o riesgo para su bienestar". "Ha sido increíble verla crecer y ver cómo se ha transformado en un animal ansioso por conocer gente nueva", exclama.

(Getty)
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Hasta ahora, la mayor base de admiradores de Chi Chi es virtual: más de 45,000 seguidores están en sus cuentas de Facebook e Instagram. Sin embargo, Howell dijo que esperaba que el mayor impacto de Chi Chi sea en las escuelas ya que este animalito puede enseñar a los niños pequeños a ser amables.

"Los perros no juzgan. Aman a todos por igual. De alguna manera, los perros pueden llegar a una persona de una manera que los humanos no pueden. ¿Es esa compasión? ¿Comprensión? No lo sé. Pero es realmente especial poderla ver. No puedo decirte cuántas personas la conocen y, al verla, empiezan a llorar", comenta Howell.