El vino azulado llega a EEUU y quiere ser tendencia en Instagram

Por Maura Judkis

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(Cortesía: Gik)
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Los estadounidenses se volvieron locos con la fiebre de los bagels con los colores del arco iris, los frappuccinos en forma de unicornio y el tequila rosado. Y ahora los vinicultores españoles pronto empezarán a vender su vino azulado en Estados Unidos.

Es muy azul, como el enjuague bucal o los smurfs. Es un azul que no existe en la naturaleza. Pero el vino obtiene su color de la antocianina, un pigmento que se encuentra en las pieles de uva, y la indigotina, una tinta extraída de las plantas.

Gik es un producto hecho en España y ahí sus cofundadores, que ninguno tenía experiencia en la industria del vino, decidieron que querían crear alguna cosa nueva. Para ello trabajaron con un equipo de ingenieros químicos de la Universidad del País Vasco para desarrollar ese color tan inusual del vino.

(Cortesía: Gik)
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"Gracias a ellos descubrimos que la mejor manera de crearlo era volver al principio y fusionar la naturaleza y la tecnología: mezclamos diferentes variedades de uvas y después usamos dos pigmentos orgánicos para convertirlo en azul. En ese punto mejoramos el sabor e hicimos que fuera fácil para beber", explicó Aritz López, uno de los creadores del vino.

Las uvas son una mezcla de las variedades rojas y blancas, procedentes de las bodegas de España y Francia. Los edulcorantes no calóricos se añaden para acabar de mejorar su sabor.

Este tipo vino es un producto muy popular entre los consumidores, pero no ha sido bien recibido por la comunidad enófila de Europa, donde el azul no es un color apropiado para relacionarlo con el vino. La empresa, de hecho, fue multada por el Ministerio de Agricultura del Gobierno de España por violar la reglamentación vinícola y la etiqueta dice que su contenido es 99 por ciento vino y un 1 por ciento mosto de uva. En Estados Unidos, sin embargo, no existen tales restricciones y se llamará "blue wine" (vino azul) cuando se venda en Florida, Massachusetts y Texas a partir de este mes y, seguramente, en otros estados de la nación.

"Estados Unidos es mucho más abierto que España", afirmó López.

Brent kroll, un sommelier certificado y propietario de Maxwell, un bar de vinos de Washington, no cree que este producto azulado logre el respeto de la industria estadounidense.

(Cortesía: Gik)
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"La gente cuando lo ha probado en algunas degustaciones lo describe como un Hawaiian Punch azul. Creo que la única posibilidad que tiene para que los restaurantes lo tomen en serio es si alguno de ellos encuentra una manera creativa para hacerlo, por ejemplo en los cócteles, aunque ahí también la gente está evitando ese tipo de cosas", señaló.

Pese a su teoría, Kroll no subestima el poder de las redes sociales y cree que podría tener cabida si se presenta como la versión azul del frosé, el vino rosado que se ha vuelto tan popular en los últimos años. Pero no en su bar.

Servimos vino azul a un equipo de catadores que estaban con los ojos vendados. Nuestro objetivo era saber si ellos eran capaces de identificarlo y diferenciarlos frente a otros colores de vino: el rojo, el blanco, el rosado y el anaranjado. Estudios anteriores han encontrado que nuestra percepción de los vinos se basa, a menudo, a través de las señales visuales. En una famosa investigación, los vinos tintos y rosados se mantuvieron a una temperatura ambiente, se vertieron en vasos negros y los catadores no fueron capaces de distinguir entre los dos.

(Cortesía: Gik)
(Cortesía: Gik)

Gik es tan diferente que los expertos pudieron apreciarlo de inmediato, tanto para bien como para mal. La gente que prefiere vinos dulces pensó que era genial y la gente que prefiere vinos secos consideró que era asqueroso. En Estados Unidos, la botella se venderá por menos de USD 15 (lo que cuesta una botella sencilla para llevar a una fiesta).

Después de todo, tal y como Kroll señala "el bebedor de vino millennial siempre quiere ponerlo luego en Instagram".