En busca de vida en aguas profundas, los científicos hallan seres de pesadilla

Por Cleve R. Wootson Jr.

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Tiburón comedor de galletas. (Rob Zugaro/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)
Tiburón comedor de galletas. (Rob Zugaro/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)

Más allá de cierta profundidad en el océano, hay grandes corrientes, una oscuridad total y una colección de las criaturas marinas más extrañas del planeta. Los científicos no han explorado demasiado en estas áreas porque son los lugares menos acogedores para los seres humanos en toda la Tierra.

Un equipo de investigadores de Australia, auspiciado por el Museo Victoria y una organización de investigación del gobierno, pasó un mes navegando por esa zona de la costa australiana tratando de averiguar qué especies viven allí y cómo se han adaptado.

Sus hallazgos comienzan a arrojar luz sobre la dramática evolución de las criaturas en ambientes extremos. Habrían identificado a una nueva especie de pez y encontraron animales marinos viviendo en profundidades más bajas de la que se habían registrado hasta el momento.

Las fotos nos dan una imagen diferente: el agua de mar puede ser el medio perfecto para las pesadillas.

Pez sin rostro. (Asher Flatt/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)
Pez sin rostro. (Asher Flatt/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)

Por ejemplo, el cangrejo rojo espinoso. Es una de las pocas cosas brillantes que los estudiosos sacaron de ese océano australiano, aunque el animal está lejos de aparecer en el menú de un restaurante de mariscos.

Aunque el hecho de estar cubierto por una docena de pinchos tiene sus ventajas, el resto de criaturas que encontraron no tenían esos elementos puntiagudos. De hecho, todos ellos podrían resumirse en una palabra: gelatinosos.

Los investigadores tratan de averiguar si un pez podría formar parte de una nueva especie. Tiene los ojos azules y las aletas rojas, unas características idóneas para atrapar a una presa en la oscuridad. Tiene algo parecido a una "caña de pescar inclinada con un cebo esponjoso en la parte superior de la cabeza".

Cuando un pez hambriento se acerca a "la comida", acaba por convertirse en el plato del pescado con la caña de pescar.

Otro animal poco común que encontraron los científicos fue el tiburón cortador de galletas. Ese tiburón ha sido documentado anteriormente, pero no en el área que se había investigado durante todo un mes.

El tiburón ataca a ballenas, peces grandes e incluso delfines gracias a sus afilados dientes.

(Rob Zugaro/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)
(Rob Zugaro/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)

Luego arranca un trozo de carne y sigue nadando.

También está el pez sin rostro, que no ha sido visto por los seres humanos en más de 140 años, según los propios expertos. No tiene ojos ni branquias fácilmente distinguibles y su boca se encuentra en la parte inferior del cuerpo.

Se pudo recoger a estas criaturas de las profundidades gracias a una tecnología muy avanzada que permitió superar los obstáculos ambientales.

Los científicos utilizaron un sistema que evitaba que el aparato golpeara las rocas. Arrastraban partes del océano hasta la superficie, sin tener ni idea de lo que habían atrapado. Es un proceso lento y tedioso. Que un equipo baje hasta 4.000 metros de profundidad puede llevar unas dos horas.

Los científicos sacaron más de mil criaturas marinas, las cuales van a ser estudiadas y catalogadas en los próximos meses, para que luego puedan ser observadas por los escolares australianos.

Cangrejo rojo espinoso. (Rob Zugaro/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)
Cangrejo rojo espinoso. (Rob Zugaro/Blogging the Abyss expedition/The Washington Post)

También explicaron lo más inquietante que encontraron: kilos y kilos de basura. Los seres humanos rara vez han llegado a estas profundidades, pero ahí está nuestra basura.

"Hemos encontrado niveles altamente preocupantes en el fondo marino", dijo el científico jefe Tim O'Hara en un comunicado de prensa.

"Estamos a 100 kilómetros de la costa australiana y hemos encontrado tubos de PVC, latas de pintura, botellas, latas de cerveza, maderas y otros escombros mientras nuestro barco flotaba en el agua", agregó.