Hace poco un maestro budista y yogi abandonó su hogar en las Islas del Golfo de la Columbia Británica y no regresó. Su familia empezó a preocuparse. Michael Stone, conocido autor y activista social, había sufrido en silencio un trastorno bipolar y su problema "empezó a ir de mal en peor".
Durante una salida a Victoria, a mediados de julio, el hombre llamó a "una especie de farmacia" para obtener una droga controlada. Su petición fue rechazada y consiguió comprar algo en la calle, tal y como dijo su familia en un comunicado. Stone, que fue hallado con síntomas de desorientación, fue llevado de urgencias a una hospital e ingresó en coma. El 16 de julio fue desconectado.
Su familia explicó que las pruebas toxicológicas iniciales mostraron que tenía drogas en su cuerpo, incluyendo el fentanilo, un potente opiáceo sintético.
"Es difícil ponerse en su cabeza e imaginar cómo podría ser capaz de asumir ese riesgo con una familia joven, un bebé en camino, con una vida plena y muy afortunada", comentó la familia a través de un escrito difundido en los medios.
"¿Podemos preguntarnos qué estaba sintiendo, o qué podemos hacer por nosotros mismos o por aquellos que tienen impulsos o comportamientos irracionales? ¿Qué es lo que nos asusta y nos calla? ¿Cómo podemos cuidarnos el uno del otro?", agregaba.
Tanto Canadá como Estados Unidos han luchado contra una epidemia de opiáceos de rápido crecimiento y de gran alcance. Canadá es el segundo mayor consumidor de esta sustancia en el mundo, según un informe del Diario de la Asociación Médica Canadiense. El Instituto Canadiense de Información de Salud y el Centro Canadiense de Abuso de Sustancias publicaron una investigación sobre el tema y el aumento de las hospitalizaciones por sobredosis.
Los datos preliminares muestran que hubo cerca de 2.500 muertes relacionadas con opiáceos en Canadá el año pasado.
En la Columbia Británica, 967 muertes se produjeron por sobredosis durante el 2016, un aumento de 517 respecto al año anterior. El fentanilo estaba vinculado al 68% de los fallecimientos, según datos del Servicio Forense local.
Cuando se les preguntó sobre el incidente, el Departamento de Policía de Victoria refirió a The Washington Post a la oficina del forense, quien confirmó que el caso aún está bajo investigación y que no tenía más información disponible.
En su sitio web, Stone una vez escribió acerca de su tío, de quien dijo que sufría esquizofrenia y fue quien le introdujo a la meditación. "Años después de que muriera mi tío, cuando tenía 20 años, pasé casi un año en el desierto, completamente solo, aprendiendo sobre la práctica de la meditación", escribió, señalando que decidió estudiar psicología y religión.
Relató que obtuvo una maestría en psicoterapia y que había estudiado algunas enseñanzas budistas.
En 2003, Stone fundó un grupo sin fines de lucro llamado Centro de Gravedad, una comunidad budista en Toronto. Publicó numerosos libros sobre el budismo y el yoga, convirtiéndose en una voz destacada en el Movimiento Occupy.
Confesó que había estado tratando de ayudar a otros a dejar el estrés y la ansiedad para utilizar su energía con el objetivo de vivir una vida significativa.
"Todas las cosas que mi tío me enseñó por primera vez (comprender la mente y la forma cómo se ven las cosas) siguen siendo tan importantes como entonces", comentó al respecto.
Su familia dijo que mantuvo sus propias luchas de forma privada, aunque nunca quiso compartirlas.
"Si alguna vez habías estudiado o trabajado con Michael lo recordarás como un hombre sabio, carismático y poético. Parecía inquebrantable y capaz de sostener el sufrimiento de todos los demás. Y lo hizo, pero luchó con los suyos", agregó su familia en el mismo comunicado difundido.
Señalaron que su trastorno bipolar, caracterizado por episodios maníacos y depresivos, organizaba su vida. "Estaba entusiasmado, buscaba experiencias, manejó autos de carreras, siguió a los Grateful Dead… En definitiva, percibió el mundo con una sensibilidad increíble, por medio de la música, el arte y la literatura. La vida suponía un impulso por el que luchar y lo sofocaba a través del yoga y del budismo. Su cerebro era rápido y estaba completamente abierto. Era parte de su brillantez y de su naturaleza sostenible", comentó.
"Michael llegó a la práctica espiritual a una edad muy temprana y lo estudió de manera formal cuando era un adolescente. A través de esa práctica, y cuando las cosas empeoraban, se abrió más a la familia y amigos, y buscó ayuda médica", lamentaron sus seres queridos.