Cómo funciona la comunidad de vecinos donde envejecer no significa ir más lento

Por Deborah K. Dietsch

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Los jubilados que viven la comunidad de Two Rivers buscan ejercitarse, aprender y socializar (Justin T. Gellerson / The Washington Post)
Los jubilados que viven la comunidad de Two Rivers buscan ejercitarse, aprender y socializar (Justin T. Gellerson / The Washington Post)

Después de vivir en el Condado de Prince George, en Maryland, durante 36 años, John y Theresa Leeke vendieron su casa de cinco dormitorios y se mudaron, en 2016, a una casa de tres habitaciones que forma parte de una comunidad para personas mayores de 55 años en el condado de Anne Arundel, también en Maryland.

"Durante varios años habíamos estado buscando una casa de una sola planta, queríamos reducir el tamaño pero no nos queríamos ir muy lejos", comenta John Leeke, de 78 años, un consultor jubilado de administración y recursos humanos.

Los Leekes encontraron su hogar de un solo piso en Two Rivers, una comunidad de Odenton (Maryland), donde cerca de 830 de las 2,090 casas construidas están designadas para residentes de 55 años o más. John Leeke afirma que vivir allí ofrece numerosas ventajas. "Ya no tengo que cortar la hierba o sacar la nieve con una pala. Hay un clubhouse maravilloso para las actividades sociales", cuenta.

Cinco días a la semana, Leeke va a la sala de ejercicios de la comunidad y nada en la piscina cubierta, que está a pocos pasos de su casa. "Vivo de forma bastante decente", admite.

John Leeke y su mujer viven en la comunidad de Two Rivers (Justin T. Gellerson / The Washington Post)
John Leeke y su mujer viven en la comunidad de Two Rivers (Justin T. Gellerson / The Washington Post)

La demanda de tales servicios y programas que promueven la salud física, mental y social está aumentando en comunidades de edad limitada como Two Rivers, donde los Leekes y sus vecinos viven independientemente.

El experto en vivienda Gregg Logan, de la firma de bienes raíces RCLCO en Orlando, asegura que el énfasis en una vida saludable es parte de un cambio de estas comunidades en respuesta al auge del retiro en Estados Unidos.

La tendencia de estas comunidades "+55" es estar lejos de los campos de golf y los clubs convencionales.

Ahora, las personas de la tercera edad se están acomodando en lugares con instalaciones de fitness, senderos para caminar y espacios casuales para reuniones, comidas y clases, además de tener una gran variedad de villas, condominios y modelos unifamiliares.

Estos nuevos hogares ofrecen casas diáfanas, con cocina gourmet, salas en la planta baja y dormitorios más pequeños "lo suficientemente grandes para recibir la visita de los niños". Los compradores de estas viviendas se están gastando, de media, la misma cantidad o un 20 por ciento menos que el valor de sus casas anteriores.

La tendencia de estas comunidades “+55” es estar lejos de los campos de golf y los clubs convencionales (Justin T. Gellerson / The Washington Post)
La tendencia de estas comunidades “+55” es estar lejos de los campos de golf y los clubs convencionales (Justin T. Gellerson / The Washington Post)

Alrededor del 80 por ciento de estas personas se están retirando en la zona donde viven actualmente para estar cerca de sus hijos y sus nietos. El pequeño porcentaje que opta por mudarse a estas comunidades de jubilados buscan ejercitarse, aprender y socializar.

"La gente compra primero por la comunidad. Quieren acceso a la servicios y a los programas educativos, para llevar a cabo actividades que siempre han querido probar, como la fotografía, la jardinería o la cocina", relata Logan.

Algo esencial en este tipo de centros pensados para ancianos son los "clubes que tienen componentes de ejercicio y socialización, con senderos para caminar y con servicios agrícolas que promueven la salud y el bienestar", tal y como apunta William Gerald, vicepresidente de compras y desarrollo de Bethesda, la empresa desarrolladora de Two Rivers.

"En los últimos diez años, la comida y la cocina se han convertido en un componente social mucho mayor en las comunidades de retirados", argumenta Gerald. El clubhouse de más de 1,350 metros cuadrados en Two Rivers hace factible esa necesidad con un centro culinario que incorpora una cocina para hacer demostraciones.

(Pixabay)
(Pixabay)

La comunidad de Two Rivers se llama así porque su ubicación está entre los ríos Patuxent y Little Patuxent. Ahora se está planeando construir un parque agrícula dentro de una parcela de más de 40 hectáreas. Bethesda está trabajando con la Universidad de Maryland para desarrollar invernaderos y granjas comunitarias para los residentes de la zona.

"La actividad agrícola será incorporada en las demostraciones culinarias, que pueden ser utilizadas por los residentes y los restauradores del área para promover la cocina y el consumo saludable", apunta Gerald.

Además del parque agrícola, también se recuperarán más de 54 hectáreas para crear un parque recreativo, con estanques, áreas de conservación de bosques y senderos.

"El acceso a la naturaleza es importante para estas comunidades. Los lugares para caminar, correr y andar en bicicleta está en el primer puesto de nuestros servicios", asegura Logan.