La moda y la salud mental: ¿Cuánto sacrificarías por triunfar?

Por Granary

Compartir
Compartir articulo
infobae

Entrevistamos a varios estudiantes y graduados en diseño de moda para comprender qué cosas afectan a su bienestar físico y mental.

Sobrevivir a la escuela de arte no es el fin, sino solo el principio. Y afrontar cuestiones relacionadas con el bienestar físico y mental de forma sostenible es la clave a largo plazo, porque al parecer solo reflexionamos sobre ello retrospectivamente. Tener que enfrentarse al estrés de cumplir con un plazo de entrega a menudo conlleva descuidar la propia salud. Solo cuando se habla con diseñadores unos años después de que se hayan graduado vemos que muchos de ellos se lamentan de haber sido desorganizados, de no haber trabajado de forma más eficiente para evitar pasar noches en blanco y de haberse empujado físicamente hasta el límite, cuestiones que de hecho no deberían contemplarse con romanticismo. Para quienes se encuentran al inicio, en el medio o al final de su formación en diseño de moda resulta vital darse cuenta de que el cuerpo es algo fundamental y de que cuidarlo ―tanto física como mentalmente― ayuda a mejorar el proceso creativo. Estos pequeños aunque importantes detalles deben fomentarse desde el mismo inicio.

Pensando en la importancia de estas cuestiones, hablamos con más de 100 estudiantes y graduados en diseño de moda del Central Saint Martins (CSM), el Royal College of Art, el Parsons y el Departamento de Moda de Amberes para este singular estudio que pretende indagar sobre las penurias que deben atravesar como primer paso para reconocer qué dirección debería tomarse para hacer cambios y para hacernos una idea de cómo lidian con los obstáculos a los que se enfrentan durante su educación. Aquí presentamos un extracto editado de sus conversaciones más extensas.

Echando la vista atrás y considerando todo lo que has tenido que pasar durante tus estudios, ¿mereció la pena?
John Skelton: Sin duda. En realidad creo que no debería ser sencillo, debería ser todo un reto y una etapa preparatoria antes de entrar en el mundo laboral, que naturalmente presenta más dificultades. Tienes que comprometerte en serio con tu trabajo y experimentar. Tener la oportunidad y el tiempo necesario para encontrar tu identidad es el aspecto más preciado de la educación en diseño de moda. Personalmente, a mí me habría gustado que me presionaran un poco antes, porque no sentí auténtica presión hasta que hice el máster. Si estás totalmente comprometido y enamorado del mundo en el que trabajas, las dificultades que van llegando son mucho más manejables, porque sabes que tienes un objetivo que alcanzar.

Phoebe English: Sí. Esta es mi vida y aquello fue parte de ella. No puedes eliminar algunas partes, todo forma parte del conjunto.

Alexandre Arsenault: Sí, dos años de "tus decisiones no tienen consecuencias". Solo te das cuenta de lo importante que fue después de graduarte.

Firpal Jawanda: No creo que merezca la pena atravesar penurias (depresión, ansiedad). No estoy de acuerdo con el cliché del artista torturado. Aunque ahora estoy mejor y ya lo he dejado atrás, o puedo cuidar mejor de mi salud mental, no soy capaz de decir que mereciera la pena. No es necesario sufrir para soportar los años de estudios, pero es demasiado común que la educación suponga estrés para la salud mental y no es como un interruptor que se enciende cuando entras en el CSM y puedas apagar cuando acabas los estudios.

¿Cuánto estarías dispuesto a sacrificar para alcanzar tus metas en esta industria?
Richard Malone: Nada. Creo que cada uno tiene que encontrar un equilibrio propio. Para mí, esa actitud de sacrificar tu vida por la ropa es bastante caduca. Además, muchos de nosotros no estamos dispuestos a sacrificar nuestras vidas por una empresa que no esté a la altura moral y que se base en ideales obsoletos, hay demasiadas firmas de moda que son una mierda pero consiguen excelentes críticas en la revista que quieren a base de dinero. Es una auténtica mierda. Hay que tomarse todas las cosas con mucha cautela.

Daniel Fletcher: Las noches en blanco, los fines de semana perdidos y los números rojos en la cuenta son una cosa, pero no estoy dispuesto a empezar a empujar a la gente bajo las ruedas de un autobús ni nada parecido. Al final de mi licenciatura en artes tuve que pasar una semana en el hospital enganchado a un gotero. Literalmente entregué mi colección, me fui directo al hospital y salí justo la noche antes del desfile. Estaba agotado. Estoy intentando que no me vuelva a pasar otra vez.

Matilda Soderberg: Si consiguiera encontrar un modo de trabajar que se correspondiera con mis ideas, la satisfacción que obtendría compensaría todos mis sacrificios. El problema es que la industria de la moda no brinda demasiadas oportunidades para que los diseñadores exploren otras formas de hacer las cosas ―más como medio creativo que como un modo de alcanzar objetivos comerciales― a menos que tengas la suerte de contar con un patrocinador adinerado. Como yo utilizo la moda como forma de materializar una especie de ciencia socio-visual, siempre estoy inmersa en la parte de mis proyectos dedicada a la investigación, en la que voy uniendo teorías conspirativas caseras que trato de aplicar al diseño de la moda. Mi trabajo se centra sobre todo en ideas anticapitalistas, de modo que no se me ocurre cómo podría encajar en un mundo altamente comercial y materialista.

¿Cómo consigues sentirte realizado con tus diseños a pesar de toda la presión que la moda ejerce sobre los estudiantes?
Richard Malone: Tienes que ser capaz de evaluar tu propio trabajo, en eso consiste cualquier tipo de formación creativa. Al final, una vez que sales de la escuela estás solo y no deberías depender demasiado en que otra persona te diga lo que debes hacer.

Phoebe English: Cuando diseño, es una parte de mí. Hago mi trabajo para mí misma, es un deseo irrefrenable que siento y en cierto modo tengo que salirme de mi cuerpo para hacerlo realidad. No hay nada más satisfactorio que crear tu propia obra, es el lujo definitivo y yo siempre intento recordarlo cuando me siento cansada. Soy una privilegiada por haber podido llegar hasta aquí y seguir haciendo colecciones. Cada una de ellas es una parte de mi vida, una parte de quién soy, una parte de las personas que conozco y amo. No hay nada más gratificante que el lujo de poder expresar todas esas cosas con tu trabajo.

Nicholas Daley: Para mí era importante ponerme a prueba tanto mental como físicamente y recibir presión durante mis estudios en el CSM. Me ayudó a prepararme para el mundo real y a comprender que no siempre va todo bien y que debes continuar trabajando a pesar de los problemas. Hace poco fui a Japón por primera vez y allí conocí a fans y seguidores de mi trabajo. Aquel fue uno de los momentos más gratificantes de mi carrera, porque vi que había personas a miles de kilómetros que comprendían y apreciaban las prendas que estoy creando.

¿Crees que hay algo que podría hacer que tu proceso de trabajo fuera mentalmente más fácil?
Phoebe English: No. Es a la vez demoledora e insoportablemente devastador e intensa e iluminadoramente elevador. Y nunca a partes iguales.

Daniel Fletcher: Estoy bastante seguro de que cualquiera ―estudiante o diseñador― dirá lo mismo, ¡pero todo esto sería mucho más fácil con un montón de dinero! O también ralentizando un poco el sistema: creo que las marcas sacan demasiadas colecciones innecesarias y yo preferiría hacer menos desfiles y tener más tiempo para dar forma a mis ideas. No hay planes de sacar una colección pre-otoño-crucero-alta costura-sport en un futuro cercano.

Alexandre Arsenault: Si las fábricas respondieran más rápido y, por supuesto, con apoyo financiero.

Richard Malone: No estar conectado a internet.

Matthew Adams Dolan: Sí, ¡un perrito!

¿Sigues divirtiéndote?
John Skelton: Por supuesto. No lo haría si no fuera así, aunque en ocasiones sin duda es cuestionable. Echando la vista atrás, cuando más feliz me siento es cuando estoy muy ocupado y profundamente inmerso en mi trabajo. Ahí no hay tiempo para pensar en nada más ni para preocuparse, solo sigues adelante con lo que estás haciendo.

Richard Malone: Totalmente. No tendría motivo para hacerlo si no lo amara.

Publicado originalmente en VICE.com