¿Podemos quedarnos sordos por no usar tapones en los conciertos?

Por Adam Feibel

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La pérdida auditiva inducida por el ruido es permanente, pero hay algunas soluciones.

La mayoría de nosotros no usamos tapones para los oídos cuando vamos a conciertos, y probablemente terminaremos sin ningún problema auditivo. Pero basándonos en las estadísticas tras la pérdida de audición inducida por el ruido y la sonoridad de un concierto normal, queda claro cuánto riesgo estás tomando cuando vas a un espectáculo sin proteger tus oídos. Después de todo, la causa más común de pérdida auditiva es el ruido fuerte. Para algunas personas, la realidad de ese riesgo tiene serias consecuencias. Joey Belanger, habitante de Vancouver de 25 años, es un ejemplo. Desde los 18 o 19 años, tenía un constante zumbido en los oídos, además de problemas para oír a la gente cuando no estaban cara a cara. Él encuentra la causa del problema en la fuerte música que escuchaba en los conciertos y pequeñas actuaciones de su banda de adolescencia. Ahora, hacer cualquiera de las dos cosas le resulta básicamente imposible.

"Ya no puedo ir a conciertos", dice Belanger, "y si voy al cine mis oídos van a sonar más fuerte después, así que normalmente intento evitar ir y sólo ver películas en mi casa".

No tienes que ponerte a buscar mucho para encontrar foros llenos de gente lamentando su pérdida auditiva o tinnitus después de años de ir a conciertos sin usar tapones para los oídos. Es una equivocación comprensible: estás emocionado por el concierto y en realidad no estás pensando en tapones. A lo mejor tenías algunos, pero los perdiste o se te olvidaron en casa. Y sí, es un sonido fuerte, pero tampoco suele ser terriblemente fuerte, ¿verdad?

"¿No sería genial que cuando dañaras tu oído te saliera sangre?" pregunta el Dr. Marshall Chasin, un audiólogo de Toronto y autor de Hear the Music: Hearing Loss Prevention for Musicians. "Sería tan obvio", establece. "Pero debido a que la pérdida auditiva por la música es tan gradual e invisible, es difícil educar a la gente".

Los conciertos normalmente alcanzan entre 100 y 120 decibelios. Con 110, el daño auditivo puede llegar después de sólo dos minutos de exposición. Un estudio determinó que sólo el 8 por ciento de las personas que llevaban tapones para los oídos durante la exposición a ese nivel de decibelios experimentaron pérdida de la audición, en comparación con casi la mitad de aquellos no protegidos. El Dr. Chasin explica que mientras que la pérdida auditiva puede no ser perceptible hasta llegar a los cuarenta o cincuenta, el tinnitus puede comenzar muy temprano y empeorar con el paso del tiempo (aquí te mostramos un ejemplo del sonido del tinnitus, por si tienes curiosidad).

Bradley Waitman, un joven de 19 años de Wasilla, Alaska, tiene tinnitus. Rara vez iba a conciertos por el lugar donde vivía; en su caso, culpa a la música escuchada fuertemente a través de sus auriculares. Los expertos dicen que los millennials están en un riesgo creciente de la pérdida auditiva y el tinnitus, debido a una exposición continua al "ruido recreacional", es decir, por ir a conciertos y a antros, al igual que por el tiempo que pasamos usando auriculares.

"Cuando lo noté por primera vez, me sentí extremadamente molesto por ser tan irresponsable y por herirme a mí mismo irreversiblemente, por lo que comencé a recluirme. No podía aceptar la realidad de que probablemente nunca experimentaría el silencio o escucharía música sin preocuparme de nuevo," dice Waitman. "Escucho música mucho mucho menos, me niego a usar auriculares o ir a conciertos porque soy demasiado paranoico de que mi condición empeorará y se volverá perturbadora de nuevo. La música es mucho menos agradable ahora. Nunca es relajante, debido a la paranoia subyacente de que me volveré a dañar los oídos, y me recuerda que mis oídos nunca volverán a ser iguales".

Cada vez más y más espectáculos ofrecen tapones gratuitos o baratos, lo que debería hacer que la protección auditiva sea una parte más visible y conveniente de la experiencia de ir a conciertos, de forma que actúe como un recordatorio útil a las personas que llegaron sin ellos. El tipo de tapones para los oídos que se ofrecen son generalmente de espuma, que hace el sonido similar a pegarse los dedos en los oídos, es decir, bloquean en su mayoría los agudos y hacer que la música suene un poco difusa, pero son mucho más seguros que no ponerse nada. Si eres un asiduo asistente a conciertos, o simplemente te interesa escuchar una acto en vivo de la forma en que se quiere que se escuche, hay muchas opciones asequibles de tapones para los oídos que están diseñados para preservar la fidelidad del sonido mientras se reduce la sonoridad. Estas son algunas opciones: ER-20XSDUBSEarasersV-MODA Faders VIP, and LiveMus!c HearSafe.

Por otro lado, si eres realmente dedicado y tienes el dinero, puedes considerar visitar a un audiólogo para conseguir tapones personalizados hechos específicamente para tus oídos.

"Esto es algo de qué preocuparse, pero tampoco debemos alarmarnos ya que no tenemos una o dos generaciones de sordos causados por escuchar música fuerte, sólo es un número ligeramente elevado" dice el Dr. Chasin. "Creo que es sólo un hábito, y si la gente toma el hábito de llevar tapones para los oídos —los que sean— antes de ir a un concierto, entonces las cosas mejorarán".

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Publicado originalmente en VICE.com