El pegajoso moco de una babosa inspiró un nuevo tipo de pegamento quirúrgico

Por Kaleigh Rogers; traducido por Álvaro García

Compartir
Compartir articulo
Imagen: Wikipedia
Imagen: Wikipedia

Estos adhesivos médicos súper fuertes pueden usarse para parchar defectos de algún tejido o ayudar a curar heridas.

Las babosas, que utilizan moco para aferrarse incluso a las superficies más resbaladizas, han inspirado a los científicos a fabricar un pegamento para humanos.

Al aislar el componente que hace que el moco de la babosa sea tan pegajoso, los científicos pudieron desarrollar una nueva gama de adhesivos médicos que pueden usarse en las cirugías y cuidados intensivos, según un nuevo estudio publicado el jueves en Science.

"Estábamos tratando de copiar las características clave que los biólogos habían descubierto en estas babosas", me dijo Jianyu Li, investigador de postdoctorado en bioingeniería en la Universidad de Harvard, y principal autor del estudio. "Los resultados son muy buenos."

Los adhesivos biomédicos se utilizan para unir tejidos como defectos en los órganos o ayudar a curar heridas. Por ejemplo, un pequeño corte puede cubrirse con un adhesivo en lugar de puntos de sutura para ayudar a cerrar la herida. Pero Li me dijo que hay algunas deficiencias con los adhesivos actuales del mercado, como los cianoacrilatos, que a menudo son rígidos, inflexibles, y comienzan a endurecerse al momento en que entran en contacto con la humedad, incluida la sangre. Asimismo, muchos también son tóxicos, lo cual obviamente no es ideal cuando se trata de revestir una herida o usar adhesivo en una cirugía.

Así que Li y su equipo se fijaron en la naturaleza para tratar de encontrar una mejor manera, específicamente en la babosa Arion subfuscus. Las subfusci se encuentran principalmente en Europa y Asia, en zonas boscosas húmedas como la parte inferior de los árboles caídos. Miden aproximadamente cinco centímetros de largo, son amarillas, y están cubiertas de moco, lo que les permite aferrarse a las superficies, incluso si están húmedas.

Li me dijo que el secreto es que el moco que producen estas babosas incluye iones de calcio cargados positivamente, lo que significa que puede usar energía electrostática para unirse a las superficies. Los investigadores crearon una versión sintética de este adhesivo y lo colocaron encima de una matriz de hidrogel para permitir que el pegamento se secara con mayor lentitud y se mantuviera maleable, incluso cuando está húmedo.

"La combinación de ambos elementos significa que el ambiente del tejido tiene que aplicar más energía para descomponerlos", dijo Li.

Los investigadores probaron el nuevo adhesivo en la piel y corazones de un grupo de cerdos, incluyendo la colocación de un parche en un defecto del corazón de uno de estos animales. Después hicieron que el corazón del cerdo latiera para ver cómo se comportaba el parche, y vieron que se mantuvo intacto incluso bajo niveles de presión arterial de 367 milímetros de mercurio (en comparación, la presión sanguínea humana normal oscila entre 80 y 120 mmHg).

Hay una creciente demanda de adhesivos médicos más avanzados, por lo que existe una buena probabilidad de que este nuevo pegamento eventualmente se utilice de manera regular. Sólo queda agradecer a nuestros compañeros babosos.

Publicado originalmente en VICE.com