La mitad de los mariscos en Estados Unidos se van a la basura

Por Nick Rose

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Photo via Flickr user Tom O’Malley
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Cada año aproximadamente mil 150 toneladas de pescados y mariscos comestibles se van a la basura en Estados Unidos. Es el país con mayor índice de desperdicio de alimentos en el mundo.

Los mariscos son saludablesdeliciosos y abundantes, o eso nos dicen. Sin embargo, cada año aproximadamente mil 150 toneladas de pescados y mariscos comestibles se van a la basura en Estados Unidos, el país que, según la FAO, tiene el mayor índice de desperdicio de alimentos en el mundo. Este número es sumamente preocupante, pues representa cerca de la mitad del suministro total de mariscos del país.

Según una nueva investigación del Johns Hopkins Center for a Livable Future (CLF), los consumidores son los principales culpables de este tipo de residuos de alimentos en masa. Mientras que 330 millones de libras (165 toneladas) se pierden en la distribución y 573 millones de libras (286 mil 500 toneladas) quedan descartadas por las pesquerías comerciales que capturan la especie equivocada, una "asombrosa" cifra de 1.3 millones de libras (650 mil toneladas) de mariscos se pierden cada año a nivel del consumidor, estimó el equipo CLF.

Para poner estas cifras absurdas en perspectiva, el Empire State Building pesa alrededor de 730 millones de libras (365 mil toneladas), y está hecho de concreto y acero. Los investigadores de la Johns Hopkins estiman que la cantidad de mariscos comestibles desperdiciados cada año podría proporcionar suficientes proteínas para 10 millones de hombres y 12 millones de mujeres.

Y para colmo de males, su informe sugiere que los estadounidenses no están ni siquiera comiendo los mariscos suficientes para empezar.

Los US Dietary Guidelines recomiendan el consumo de ocho onzas de diferentes mariscos por persona por semana. Para llegar a ese objetivo sería necesario duplicar el suministro de mariscos estadounidenses, pero la cantidad desperdiciada podría compensar el 36 por ciento de diferencia entre las cantidades actuales y las recomendadas.

No es sorprendente que todo esto tenga el efecto perverso de afectar indebidamente a la vida marina. "La reducción de desechos tiene el potencial de apoyar el aumento de consumo de mariscos sin tensionar aún más los recursos acuáticos", dijo Roni Neff, Director del Food System Sustainability & Public Health Program de la CLF, en un comunicado de prensa.

Para Roni y su equipo, el secreto está en la prevención. "Generalmente sería preferible que el pescado que se convierta en captura incidental se deje con vida en el agua en lugar de comerlo, y, debido a la corta vida útil de los mariscos, puede ser particularmente difícil, en comparación con otros alimentos, comerse el resto de los mariscos o congelarlos antes de que se echen a perder".

Concluyeron su estudio con recomendaciones sobre cómo reducir estos números astronómicamente altos. Las sugerencias incluyen limitar la cantidad que las pesquerías comerciales pueden pescar, menores porciones en las plantas de empaque, y animar a los consumidores a comprar mariscos congelados.

Aunque los investigadores agregaron que "cierta pérdida es inevitable", el camarón se puede acabar, no importa lo que diga Red Lobster.

Publicado originalmente en VICE.com