Conoce a la mujer que hizo de Anthony Bourdain una estrella de televisión

Por Ivy Knight

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Lydia Tenaglia dejó Urgencias para seguir al chef de 'Kitchen Confidential' en su viaje por el mundo. Y ahora incursiona en el género documental, filmando a Jeremiah Tower.

¿Recuerdas el programa Trauma: Life in the ER? Alguien tenía que mancharse de sangre en las salas de urgencias para conseguir esas tomas. Ahí estaba Lydia Tenaglia.

"Mucha sangre y heridas. Sentada en la sala de urgencias toda la noche", me dice mientras comemos en lo que me parece la cafetería más fea de Nueva York. Tenaglia ahora produce programas ganadores de Emmys para PBS y CNN; y este mes tendrá lugar su debut como directora con Jeremiah Tower: The Last Magnificent, proyectada en cines de todo Estados Unidos.

Pero antes de eso, solo había fracasos tras fracasos.

"Constantemente pensaba: 'Tengo que salir de esta mierda médica. Si paso otro año mirando cirugías cerebrales o cómo le amputan la pierna a alguien, mi alma va a colapsar'".

Ella y su amigo Chris Collins se habían aferrado a las trincheras de Urgencias, pero ambos buscaban una salida. Fue entonces que se encontraron con un chef llamado Anthony Bourdain, cuya autobiografía Kitchen Confidential había despegado su carrera como estrella.

"Escuchamos que iba a escribir un segundo libro llamado A Cook's Tour, donde quería viajar alrededor del mundo", recuerda Tenaglia. Así que Collins y ella decidieron contactar a este tal Bourdain para convencerlo de convertir A Cook's Tour en un programa de viajes.

"Agendé una cita con él y recuerdo el día que nos conocimos. Cuando se levantó me quedé sorprendida por lo alto que es", dice. "Lo primero que me vino a la mente fue: ¿Cómo vamos a grabarlo?".

Lydia Tenaglia con Anthony Bourdain en Hanoi, 2002. Foto cortesía de Lydia Tenaglia.
Lydia Tenaglia con Anthony Bourdain en Hanoi, 2002. Foto cortesía de Lydia Tenaglia.

Tenaglia le explicó su idea. Bourdain no se veía precisamente convencido; estaba más enfocado en escribir en ese entonces. Pero ella estaba decidida a salir de una vez por todas de la sala de Urgencias.

Eventualmente lo convenció. Ella y Collins grabaron un demo de diez minutos en el restaurante de Bourdain Les Halles, donde el chef hablaba sobre su sueño de A Cook's Tour.

"Nadie aprueba ese tipo de proyectos hoy en día, pero lo mandamos a Food Network y compraron una serie de 23 episodios a partir de ese demo", cuenta.

En medio de la planeación para grabar el primer capítulo, Tenaglia y Collins se enamoraron. Después de todo, habían pasado mucho tiempo trabajando juntos en los ambientes más tensos, sus cámaras goteando sangre y fluidos. De modo que se apegaron y su primer viaje con un chef/escritor muy alto al que apenas conocían se convirtió en su luna de miel.

Una luna de miel bastante complicada.

“Regresamos al hotel y dijimos: ‘Estamos jodidos. ¡Esto es terrible!'”.

"Fuimos a Japón, Vietnam, Tailandia y Camboya. Cuatro países seguidos", dice. "Nos quedábamos en los peores hoteles que puedas imaginar. El entramado en el lienzo de Tony ha crecido con el pasar de los años, pero en ese entonces no había nada".

La primera toma fue un desastre: la formalidad de Japón; el hecho de que Bourdain era chef y no presentador de TV; y una pareja de tórtolos enamorados que acababa de conocer le pedía que actuara con naturalidad. Añadido a todo eso estaba su estatura, lo cual solo exacerbó su incomodidad frente a la cámara.

"En ese primer episodio puedes ver a Tony como un ciervo asustado", dice Tenaglia. "Regresamos al hotel y dijimos: 'Estamos jodidos. ¡Esto es terrible!'".

Su siguiente parada fue Vietnam, ahí las cosas comenzaron a funcionar.

De alguna manera, quizá porque tenían la edad para entender las atrocidades de guerra, fueron capaces de explorar el terreno y explicárselo al público a través de la comida y la cultura, de una forma que se volvió icónica para todos los programas posteriores de Bourdain.

"Tony conoce todo sobre Vietnam. Ha leído todo sobre aquel país, visto todas sus películas, conoce su historia y leído todos los libros. Y de pronto, tenía todas estas referencias que lo involucraron de una manera completamente diferente", dice Tenaglia. "La energía del programa comenzó a prosperar. Nuestra relación mejoró, porque todos teníamos las mismas referencias culturales y comenzamos a proponer ideas. Empezamos a llevarnos mejor. A partir de ese momento, tuvimos una unión increíble, los tres. Ahí encontramos nuestro ritmo".

Y, ¿aquellas largas noches en las salas de Urgencias? Pagaron con creces.

Después de haber trabajado durante horas grabando tomas en los confines reducidos y estresantes de las salas de operación, ella y Collins sabían cómo observar de manera conspicua. "Con Tony estábamos en cocinas diminutas, pequeñas chozas o algún campo de arroz, y aprovechamos ese estilo de grabar sin obstrucciones. Y me parece que en ese entonces —y estoy hablando de hace 17 años— era algo muy nuevo. Definió el género: seguir a alguien, tener un punto focal muy fuerte, pero también captar a la gente en su ambiente y de la forma más íntima posible".

A partir de entonces, ella y Collins lanzaron la compañía productora Zero Point Zero en 2003 y produjeron tres programas más con Bourdain — No Reservations, The Layover y Parts Unknown— así como The Mind of a Chef en PBS.

Hace poco, Tenaglia incursionó en el terreno de los documentales con Jeremiah Tower: The Last Magnificent, un largometraje que pretende devolver a Jeremiah Tower, el maníaco controvertido que marcó la diferencia con sus restaurantes Chez Panisse y Stars, la categoría de celebrity chef.

"Había planeado que el documental estuviese dividido en tres actos", explica. El primer acto se centraría en la infancia de Tower, misma que Tenaglia describe como "monetariamente negligente". El segundo acto se centraría en la época que pasó en Chez Panisse —donde él y Alice Waters retorcieron, pelearon y moldearon la cocina de California— y en su propio restaurante en San Francisco, algo así como un Studio 54 de alta cocina que también moldeó la manera en que la gente comía y aspiraba coca en los restaurantes. El tercer acto lo observaría ahora, viviendo una vida retirada de todo en Mérida, México.

Pero cuando estaba preparando la última etapa de grabación, miró un encabezado en el New York Times diciendo que Tower había aceptado un trabajo en Tavern on the Green de Manhattan.

"No hace falta decir que tomé el teléfono. Solo atiné a decir: '¿Qué diablos está pasando?'. Y soltó su risita traviesa", dice. "Y en ese momento en realidad solo me quedaba tomar una decisión creativa, ya sea que siguiera esa historia de Tavern o no".

Sí siguió la historia de Tavern y, si conoces un poco de la escena restaurantera de Nueva York, no debería sorprenderte que Tower no logró hacer ningún regreso triunfante.

"No podía saber que el proyecto iba a fracasar, pero el hecho de que haya sucedido brindó un final dramático a la película. La filmación también representó el final del periodo en Stars de manera muy hermosa. Existen muchos paralelismos entre lo verdaderamente genial de Jeremiah y lo desafiante que puede ser su personalidad para trabajar con él", opina Tenaglia, resumiendo todo muy diplomáticamente.

Tenaglia en entrevista. Foto del autor.
Tenaglia en entrevista. Foto del autor.

Además de dirigir The Last Magnificent, Tenaglia produjo hace poco Wasted! The Story of Food Waste, estrenada en el Festival de Cine Tribeca. Grabó Fermented, un documental realizado con el chef Edward Lee, que acaba de entrar al Festival de Cine de Seattle. O también Stars and Sky, sobre la filosofía de la caza, actualmente en posproducción.

Mientras terminamos de comer en esa fea cafetería —"Tengo una conexión emocional con este lugar", me confiesa Tenaglia— le pregunto sobre su ética de trabajo. Documentó sangre y enfermos, impulsó la carrera televisiva del celebrity chef más famoso del mundo y retrató la caída de uno de los pioneros de la cocina estadounidense. Tiene más proyectos en camino. ¿Qué es lo que la mantiene trabajando?

"¡Qué gran pregunta!", exclama entre risas. "Soy italiana de primera generación. Mis padres son de Italia. De manera que crecí en territorio inmigrante. Observé a varios, incluyendo a mi padre, vivir el Sueño Americano".

"Y, ¿qué es?", le pregunto. "¿Puedes resumirlo en una sola oración?".

"Agacha la cabeza y trabaja como un maldito esclavo".