Arzobispo de Caracas: "Nicolás Maduro se burló del Vaticano"

El cardenal Jorge Urosa consideró que el diálogo entre el gobierno de Venezuela y la oposición fue muy “flojo” y no se resolvieron los problemas fundamentales. Lamentó los “injustos ataques” de Diosdado Cabello contra la Iglesia católica

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El cardenal Jorge Urosa
El cardenal Jorge Urosa

El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, aseguró este jueves que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se "burló" del Vaticano con el proceso de diálogo que adelantó con la oposición, al incumplir —a su juicio— los acuerdos pactados y al no resolver los problemas socioeconómicos que padecen los venezolanos.

"Pareciera, más bien, que lo ha que ha pasado es que el gobierno se ha burlado del Vaticano y de la Iglesia, porque hacer ver que quiere ir adelante con el diálogo pero luego toma una serie de medidas que van en contra…", dijo.

El arzobispo sostuvo que hay una cantidad de "cosas increíbles" que están sucediendo que indican que el gobierno, en vez de resolver los problemas, lo que hace es agravarlos. "Se fortalece el ataque contra la Asamblea Nacional, se ataca la inmunidad de los parlamentarios, se les quita el pasaporte, no se libera a los presos que han recibido boletas de excarcelación", comentó.

A su juicio, las conversaciones —que se mantienen congeladas desde el pasado 6 de diciembre luego de arrancar en octubre pasado— fueron muy "flojas" y no se resolvieron los problemas fundamentales que estaban previstos.

"Por eso el cardenal (Pietro) Parolin envió una carta tanto al Gobierno como a la (opositora Mesa de la Unidad Democrática) MUD en la que decía que no era satisfactorio el resultado", dijo.

La mesa de diálogo en Venezuela contó con la participación del enviado del Vaticano y ex presidentes de la Unasur (EFE)
La mesa de diálogo en Venezuela contó con la participación del enviado del Vaticano y ex presidentes de la Unasur (EFE)

Además recordó que en esa misma misiva la Santa Sede demandó al gobierno atender los 4 puntos acordados, que tienen que ver con la liberación de los llamados presos políticos, resolver la crisis alimentaria y de medicinas, restituir la autonomía de las facultades a la Asamblea Nacional de mayoría opositora y fijar el cronograma electoral.

El cardenal lamentó que esa correspondencia haya sido objeto de un "injusto ataque violentísimo y agresivísimo" por parte de Diosdado Cabello, primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En este sentido, aclaró que la Iglesia católica no es adversaria al gobierno y rechazó los ataques contra el papa Francisco y la estrategia que —según dijo— usa el oficialismo para tratar de dividir al Vaticano y al Episcopado venezolano.

"La voz de la Iglesia es una sola: creemos en un diálogo pero para resolver", afirmó tras señalar que Aldo Giordano, nuncio apostólico, ha sido muy claro en cuanto a que la Iglesia está abierta a ayudar y el Vaticano está dispuesto a acompañar el proceso, pero eso depende de que las partes lo pidan y decidan continuar o no con las conversaciones. "El fracaso o el éxito del diálogo depende de las partes involucradas, no depende de los facilitadores", enfatizó.

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El alto prelado instó al gobierno a resolver los problemas sociales y económicos de los ciudadanos tras advertir que el "conflicto político crea mucho descontento".

Las conversaciones entre el chavismo y la oposición contaron con el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el acompañamiento de los ex presidentes de España, José Luis Zapatero; República Dominicana, Leonel Fernández y Panamá, Martín Torrijos.

Precisamente el ex jefe del gobierno español se encuentra en Caracas tratando de reactivar el proceso pese a que la oposición dejó claro que no volverá a la mesa de conversaciones hasta que el chavismo honre su palabra y cumple con los acuerdos pactados.

Con información de ANSA