El papa Francisco recordó este viernes al bebé británico Charlie Gard, fallecido por una rara enfermedad congénita tras ser desenchufado de las máquinas que lo mantenían vivo.
"Encomiendo el pequeño Charlie al Señor, y rezo por sus padres y por todas las personas que lo amaron", fue el mensaje que el papa publicó en sus distintos perfiles oficiales de Twitter.
El pequeño, de 11 meses, padecía el síndrome de depleción de ADN mitocondrial, un extraño desorden que inhabilita la capacidad del cuerpo para dar energía a los músculos, hasta que eventualmente sufre una fallo respiratorio total.
I entrust little Charlie to the Father and pray for his parents and all those who loved him.
— Pope Francis (@Pontifex) July 28, 2017
La Justicia británica dispuso el jueves que fuera trasladado a un centro especializado en cuidados paliativos donde se le ha desconectado de las máquinas que le mantenían con vida, después de una batalla legal llevada adelante por sus padres, que querían llevarlo a Estados Unidos para someterle a una terapia experimental.
El centro pediátrico Bambino Gesú de Roma, el llamado "hospital del papa", se ofreció a acoger al niño y "defender" así la vida humana pero el 4 de julio recibió una negativa de las autoridades británicas "por motivos legales", dijo su directora, Mariella Enoc.
Además, el Sumo Pontífice había expresado también su solidaridad con los padres del bebé, y había pedido que se les permita "acompañar y tratar hasta el final" al pequeño.
El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia, llamó el viernes, en declaraciones a Radio Vaticano, a "promover una cultura del acompañamiento" y a "decir tres grandes noes: a la eutanasia, al abandono y al ensañamiento terapéutico".
Porque, subrayó, "Dios no desenchufa".
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Con información de EFE