Lisa Roussos estuvo inconsciente y en coma desde el pasado 22 de mayo, cuando un terrorista islámico atacó a una multitud tras el concierto de Ariana Grande en Manchester. Su hija, Saffie Roussos, de tan solo ocho años, fue la víctima más joven de las 22 que no sobrevivieron a la masacre.
Finalmente, Lisa se despertó de su estado. Pero no hizo falta que nadie le diera la mala noticia. Ella ya lo sabía. "Saffie se ha ido, ¿no?", fueron las palabras que pronunció la mujer al volver en sí a su marido, Andrew, quien permaneció a su lado todo el tiempo.
"Me miró y me dijo: 'Saffie se ha ido, ¿no?'. Lo temía. Le respondí 'sí' y me dijo: 'Lo sabía'", relató Roussos. "Ella era una bromista. Tenía un gran carácter. Era todo lo que podrías desear en una niña pequeña. Amaba bailar, la música, la gimnasia. Si quería algo, lo hacía", agregó su padre recordando a Saffie.
Saffie fue una de las 22 víctimas mortales del ataque suicida. Más de 250 personas resultaron heridas, 23 de las cuales se encuentran en estado crítico. Su madre, entre ellas. Desde Navidad de 2016 que la niña tenía los tickets para participar de su sueño de ver a Ariana Grande. Contaba los días ansiosa para verla en vivo. Junto con ella, en el concierto, estaban su madre y su hermana mayor Ashlee Bromwich.
"She loved dancing, music, gymnastics"
The youngest Manchester attack victim, Saffie Roussos, would hv turned 9 today. Her dad pays tribute pic.twitter.com/YfMABuH8jT— Victoria Derbyshire (@VictoriaLIVE) July 4, 2017
Andrew conoció a Ariana Grande en el festival solidario que se realizó tiempo después en Manchester. "Todo lo que pudo decir fue 'Lo siento'. Y yo le dije: 'No tienes nada de lo que tengas que disculparte. Hiciste feliz a Saffie con lo tuyo'. Me agradeció", dijo a la BBC.
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