Las impensadas habilidades de un niño indonesio que nació sin brazos ni piernas

A sus 11 años, Tiyo Satrio apenas nota la ausencia de sus brazos y piernas. Desde su nacimiento carece de extremidades pero ello no le ha impedido desarrollar su vida de manera casi normal y tener un coeficiente de inteligencia similar al de niños de su edad.

El pequeño original de West Java Indonesia se mueve con agilidad, lo que le permite desarrollar su pasatiempo favorito, que es jugar en la PlayStation, donde utiliza de modo increíble su mentón para maniobrar los controles del juego.

Las discapacidades físicas le imponen una desventaja al pequeño que en algún tiempo le causó sufrimiento y dolor. Le invadió la depresión por los temores y la falta de confianza en sí mismo le llevó a no querer ir a la escuela.

Según el director de la escuela de necesidades especiales a la que asiste, Tiyo es inteligente y sobresale en matemáticas y estudios religiosos. Su nivel de inteligencia está por encima de su segundo grado, lo que le permite hacer ejercicios académicos de cuarto grado.

Con su risa contagiosa Tiyo se ha convertido en un estudiante favorito para otros alumnos y profesores. "Él hace un esfuerzo para superar sus discapacidades y tiene una gran actitud", aseguran maestros de su escuela regular.

La Sra. Satrio explica que durante su embarazo nunca fue consciente de que algo estaba mal con el bebé, y solo conoció de la condición de su hijo una vez que había dado a luz. Desde entonces dedica cada a cuidar de las necesidades básicas de su hijo como alimentarlo y lavarlo. La mamá de Tiyo viaja en moto cada mañana para llevarlo a la escuela.

La pareja tiene otros hijos, pero viven dispersos en Indonesia, por lo que no siempre pueden ayudar en los asuntos de la casa. Ambos padres se dedican por completo al cuidado del niño, lo que les impide salir de casa en busca de trabajo. Antes recibían remuneración del gobierno, pero desde hace un año se la suspendieron, lo que ha hecho más dura la vida para esta familia.

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