Marisol, el robot mexicano que hace compañía y asiste a los ancianos

Investigadores de la Universidad de Guadalajara desarrollaron un prototipo capaz de identificar emociones, acompañar a los adultos mayores en su vida cotidiana y auxiliarlos en los cuidados médicos

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Marisol, la mujer robot mexicana
Marisol, la mujer robot mexicana

Investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) desarrollan un robot de convivencia que será una compañía para las personas mayores, las auxiliará en sus cuidados médicos, pero también podrá ser útil en la industria publicitaria.

La historia de Marisol empieza en 2015, cuando junto con otro prototipo, llamado El Rostro, los científicos mexicanos Daniel Zaldívar Navarro y Erik Valdemar Cuevas Jiménez, del Departamento de Electrónica y Computación de la UdeG, empezaron a desarrollar un robot capaz de leer las emociones y ayudar al humano en momentos de soledad.

Como en las películas de ciencia ficción, los investigadores han logrado que este robot sea sensible a las emociones humanas, sirva de compañía y ayude a las personas en labores cotidianas.

El objetivo es que tome en cuenta los estímulos mediante la visión artificial, detecte expresiones de las personas, identifique su significado y pueda dar una respuesta inteligente.

En caso de que el robot detecte una expresión de cansancio podrá preguntarle a la persona sobre su estado de ánimo y dependiendo el grado de tristeza o depresión podrá empezar una plática e incluso tocar su canción favorita.

"En cuanto te identifica va directamente hacia ti y te empieza a hablar. Con lo que tú le dices ya empieza a almacenar información y a sacar más preguntas como '¿en qué año fue eso?', '¿quiénes estaban ahí?', ¿por qué esa experiencia es importante para ti?' y si se acerca a ti y no le dices nada, ella genera preguntas con la información que ya tiene, como ¿te acuerdas de…?", explica Erik Valdemar Cuevas. "Va a ser autónoma e independiente, gracias a una lista de funciones ya precargadas".

Afirma que después de casi dos años de investigación, Marisol será una realidad a finales de 2017.

"En estos últimos meses hemos avanzado mucho en la cuestión de apariencia, para que cada día se vea más humana. Pero también en que tenga algunos movimientos, como en las manos, pero sin perder esa idea de que su función sea la de acompañante no la de un robot autónomo", agrega.

La compañía para adultos mayores

infobae

La idea que dio lugar al nacimiento de Marisol fue la necesidad que existe de compañía entre los adultos mayores en el país. Una de cada 10 personas tiene más de 60 años y es el segmento de la población que registra el más alto crecimiento. Se espera que para 2050 cinco de cada 10 mexicanos sean mayores de 60 años. Pero además es un sector entre el que también crece la soledad y la depresión, mal que registran entre el 15 y 17%.

En el caso de los adultos mayores, Marisol no sólo servirá de compañía, sino también podrá ayudarlos a detectar alguna afección a través de sensores táctiles que medirán los signos vitales y ese será el aviso de que la persona necesita ir a ver a su doctor o en caso de emergencia hablarle por teléfono cuanto antes.

"Nada más que en este caso de las personas mayores, que no están tan familiarizadas con la tecnología, sí va a ser necesario que una enfermera o alguien más active y cargue el robot para que pueda interactuar con ellos", explica el investigador a Infobae.

El humano reflejado en Marisol

En esta etapa final los investigadores agregaron a Marisol una nueva función, que tiene un fin comercial: modelar ropa en las tiendas de manera personalizada.

"Es un uso un poco más publicitario, un día que fuimos a uno de esos grandes almacenes de ropa, nos dimos cuenta de que los maniquís no tienen cara. Uno ve la ropa en el maniquí y no tiene ninguna expresión, es como si no transmitiera nada. Y entonces se nos ocurrió que el sistema que usamos para asistencia tuviera la capacidad de proyectar la cara de cualquier persona en el maniquí. Mejor explicado: la idea es que si vas a una tienda y te gusta un vestido que tiene el maniquí, tu cara se pueda reflejar en la del maniquí y así puedas tener una idea más clara de cómo se te podría ver ese vestido", señaló el investigador.

"Es como si tú estuvieras modelando la ropa y eso es para todos una nueva experiencia de compra", agrega.

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