Trabas al ingenio nacional: por qué casi todas las patentes que se registran en México son extranjeras

Con presupuestos cada más recortados para la innovación y la burocratización de la ciencia, México seguirá pagando a extranjeros inventos y productos novedosos

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En México, es común escuchar que en el mundo no existe gente más ocurrente que los mexicanos y que, como se dice popularmente, todo lo pueden arreglar con un clip.

El problema es que esas ocurrencias e ingenio no se traducen en ganancias. En 2015, el 97% de las patentes que se registraron en el país fueron de extranjeros y sólo el 3% de nacionales, esto quiere decir que el sector productivo está pagando regalías a todos aquellos que traen ciencia y tecnología en lugar de hacerlo a quienes la desarrollan a nivel interno.

Algunos culpan a la estrategia del Estado mexicano para el impulso de la innovación y el desarrollo tecnológico, pues sólo destina 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB) a este renglón frente al 1,5% que invierte China o el 4,0% que destinan Estados Unidos y Corea.

Cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) señalan que el país cuenta con 46.000 científicos, es decir, uno por cada 2,6 millones de habitantes. Mientras que en otros países como Brasil el promedio es de 700 por cada millón de habitantes.

México cuenta con 46.000 científicos, uno por cada 2,6 millones de habitantes. Mientras que en otros países como Brasil el promedio es de 700 por cada millón de habitantes

En diálogo con Infobae, Ricardo Fabre, Collective Academy –institución especializada en la educación de emprendedores- aseguró que no es que el mexicano no sea ingenioso, el problema es que por un lado los centros de investigación "no se hablan" con las empresas, por otro lado está mal visto que los científicos vendan sus investigaciones a los grandes centros corporativos y, en tercer lugar, que la cantidad de alumnos enrolados en estudios relacionados con investigación son muy pocos.

"Estudiamos marketing, filosofía, administración de empresas, humanidades, el tema es que las humanidades no te van a generar patentes" afirmó.

Gran parte del rezago que tiene el país en la materia, según explicó Mirza Flores Gómez, integrante de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Cámara de Diputados, se debe a que hasta antes de 2016 los investigadores que recibían recursos del estado eran considerados como burócratas y sus creaciones eran propiedad del gobierno, lo que no los incentivaba a patentar y tampoco los ayudaba a vender sus creaciones a las empresas.

"Miles o cientos de investigaciones quedaron archivadas en un cajón por conflicto de interés… si querían hacer uso de sus investigaciones eran castigados por la Ley de Servidores Públicos, porque se les consideraba burócratas (trabajadores del gobierno), cómo iba a haber registró de patentes y marcas si ellos no eran dueños", lamentó.

Es más barato crear

Pero en el tema de falta de desarrollo de patentes en México, consideran que no se debe dejar todo en manos del Estado, pues las empresas también deben asumir su parte de responsabilidad e invertir para el desarrollo tecnológico y científico, pues el 5% que lo hacen son en su mayoría trasnacionales que ya tienen este tema como parte de su cultura corporativa.

Mirza Flores, quien participó en la Reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología en 2015, consideró que es tiempo de que las empresas mexicanas salgan de su zona de comfort y entiendan que invertir en ciencia u tecnología es más barato que importar el conocimiento.

Alenka Guzmán Chávez, investigadora de la estatal Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) expresó que sólo en la medida en que las empresas y el Estado incentiven de manera coordinada inversiones en estos campos, se empezarán a reducir las brecha con otras naciones.

"Entre 1980 y 2015, el país contabilizó aproximadamente 1.300 registros de derechos de invenciones concedidas en Estados Unidos, en tanto que los chinos en un solo año presentaron 1.000", expresó.

Víctor Carréon, director adjunto de Planeación y Evaluación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien habló recientemente del tema, reconoció la necesidad de impulsar una política pública encaminada al objetivo de desarrollar estas áreas.

Afirmó que a través del llamado Programa de Vinculación se busca incentivar al sector privado a invertir en desarrollo tecnológico, "se han alcanzado mejoras importantes que han permitido ir en la dirección correcta", dijo el pasado 19 de abril.

infobae

Sin dinero no hay desarrollo

Sin embargo, el presupuesto gubernamental para ciencia y tecnología e innovación sufrió un recorte considerable, disminuyendo el recurso para el Conacyt en más de 23%, lo que elimina toda posibilidad de crecimiento para el país de manera ordenada a través de los recursos mínimos que debería de tener el principal centro de investigación del país.

El presupuesto para 2017 establece un gasto federal para el sector en su conjunto de 70. 513 millones de pesos ( USD 3.711 millones) cifra menor en 9.3% a los aprobado en 2016.

La diputada de Movimiento Ciudadano (MC) reconoce que los recortes afectan, pero también afirmó que se necesita hacer una revisión al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que otorga ayuda económica a los mejores investigadores del país, para analizar cuántos de los que reciben este apoyo mensual realmente desarrollen trabajos que incluyan investigaciones de campo o de cómo se aterriza lo que producen a las necesidades del país.

"Tienen investigadores que sólo producen papers, que no hacen aplicación de su investigación y mucho ha tenido que ver con que el SNI califica cosas que no tienen que ver con la aplicación de una investigación, como las publicaciones en revistas", consideró.

"Conacyt promueve que el dinero que invierte sea para beneficio de la sociedad, el área de las ciencias sociales, derechos humanos, medicina, pero no invierte en tecnología e innovación porque cree que cuando se usa dinero público y se vende la patente no va a darle un beneficio", señaló.

Ricardo Fabre consideró que México está innovando en modelos de negocios, lo que no necesariamente significa que lo esté haciendo en tecnología.

"Generamos ideas, pero no hay los centros de investigación con ese vínculo empresarial. Hay gente muy innovadora, pero, por ejemplo, qué tanto puedes patentar una App y ahí está el ejemplo de Uber", finalizó.

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