El ladrón de orquídeas, una historia verdadera

La Dendrophylax lindenii es objeto de codicia y su rareza la convirtió en blanco de robos furtivos. Científicos estadounidenses tratan de repoblar los pantanos de Florida, donde sólo quedan 2.000 ejemplares de esa flor “fantasma”

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El ladrón de orquídeas, que fue protagonista del libro de la periodista Susan Orlean, existe y no está solo. Como John Laroche (interpretado por Chris Cooper en la versión cinematográfica), son varios quienes codician esa flor de los pantanos de Florida. En Estados Unidos, existe un número suficiente de ellos como para hacer peligrar toda una especie. El objeto de su avidez es conocido en la botánica como Dendrophylax lindenii, aunque es más comúnmente llamada "orquídea fantasma".

Las orquídeas son generalmente apreciadas por sus rasgos finos y un aspecto delicado. La orquídea fantasma además no tiene hojas ni tallo, sólo una flor, y encuentra su hogar en los arboles a los que se sostiene por un entramado de raíces del mismo color de la corteza, lo que le da la apariencia de flotar en el aire. Su rareza la convirtió en blanco de robos furtivos, además de sufrir de los pesticidas y la urbanización que afecta a los insectos y dificulta su polinización.

La Dendrophylax lindenii, que alguna vez abundó en el parque nacional de los Everglades, ahora está en peligro de extinción y, según expertos, sólo quedan 2.000 ejemplares en el estado de Florida. La orquídea fantasma, también crece en Cuba, pero se desconoce cuántas hay en la isla. "Las estamos perdiendo", dijo a la agencia de noticias AFP Mike Kane, profesor de horticultura ambiental de la Universidad de Florida. Él encabeza el primer proyecto para repoblar los pantanos de orquídeas.

La orquídea fantasma está en peligro de extinción (AFP)
La orquídea fantasma está en peligro de extinción (AFP)
Rhona Wise, investigador adjunto de la Universidad de Florida Jameson Coopman, muestra un ejemplar de orquídea fantasma (AFP)
Rhona Wise, investigador adjunto de la Universidad de Florida Jameson Coopman, muestra un ejemplar de orquídea fantasma (AFP)

Junto con sus estudiantes, Kane cultiva orquídeas que deja crecer durante unos años antes de buscarles un nuevo paradero en el Panther National Wildlife Refuge, un refugio de vida silvestre en el sur de Florida. En ese lugar, "la gente no puede robar las flores ni perturbar nuestros experimentos", dijo a AFP James Coopman, uno de los alumnos de posgrado del laboratorio de Kane.

La orquídea fantasma es difícil de cultivar y más difícil aún de mantener viva fuera de su hábitat natural. Hoy casi se ha extinguido porque "años atrás, la gente se las llevaba fuera del bosque y las trasladaba a otros lugares del país para ser plantadas en los hogares", señaló a AFP Carl Lewis, director del Jardín Botánico Tropical Fairchild, en Miami.

Lewis encabeza el Million Orchid Project, un programa diseñado para restablecer en un plazo de cinco años ocho tipos de orquídeas, entre ellas la fantasma, en espacios urbanos del sur de Florida. "Nuestra meta es tener tantas en las calles que la gente pueda apreciarlas. Quien quiera robárselas, tendrá tantas alrededor suyo, que no tendrá sentido", explicó.

Un grupo de científicos trabaja para reintroducir la orquídea fantasma en su habitat natural (AFP)
Un grupo de científicos trabaja para reintroducir la orquídea fantasma en su habitat natural (AFP)
Hacen crecen semillas en un laboratorio, antes de plantarlas en un refugio de vida silvestre (AFP)
Hacen crecen semillas en un laboratorio, antes de plantarlas en un refugio de vida silvestre (AFP)

Con cuidado para no dañar las raíces, Kane y Coopman se turnan para fijar con una grapadora las mallas a los troncos de los árboles, mientras, no muy lejos de allí, un silencioso caimán se asoma al sol. La malla se descompondrá, pero las telarañas de raíces de las orquídeas se aferrarán a la corteza de los árboles con la esperanza de sobrevivir en su nuevo hogar.

"La rociamos levemente y luego ya estamos listos", dijo Coopman, quien explicó que la misma flor se encarga del resto. La orquídea fantasma florece una vez al año, por lo general entre junio y agosto, y tiene un único polinizador, la mariposa nocturna Cocytius antaeus.

Este año, plantaron 160 orquídeas. El año pasado fueron 80. Cuando volvieron al lugar unas pocas semanas después de haberlas plantado, se sorprendieron de ver que la mayoría de las orquídeas habían sobrevivido. "Fue increíble", recordó Kane.