Qué se necesita para que las mujeres ganen elecciones en los Estados Unidos

Están más movilizadas políticamente que nunca, pero no es suficiente para que lleguen al poder. Una investigación revela lo que realmente las está frenando 

Compartir
Compartir articulo
“No se trata de mí, sino de mis hijos”, dice Monic Behnken, candidata a la Junta Escolar de Ames, en Iowa
“No se trata de mí, sino de mis hijos”, dice Monic Behnken, candidata a la Junta Escolar de Ames, en Iowa

Los Estados Unidos han fracasado a la hora de elegir mujeres. A nivel local, estatal y federal, las mujeres ocupan menos de uno de cada cuatro puestos electivos; y la estadística no fluctúa mucho últimamente. De hecho, los EEUU ocupan el lugar 101 de representación femenina, por debajo de China, Irak y Afganistán.

El problema no está en su probabilidad de éxito. Los estudios muestran que las mujeres tienden a ganar las elecciones en la misma proporción que los hombres, el tema es que no se presentan.

Una investigación de POLITICO sobre las causas de la desigualdad de género en la política electoral encontró que los tradicionales desequilibrios se explican en la recaudación de fondos, el sexismo en los medios de comunicación y la inflexible burocracia del partido, entre otras causas.

Hoy en día, el mayor obstáculo es menos visible: Estados Unidos tiene una escasez de mujeres políticas porque -para decirlo simplemente- las mujeres no quieren el puesto.

Los Estados Unidos tienen una escasez de mujeres políticas porque, para decirlo simplemente, las mujeres no quieren el puesto

Sin embargo, desde las elecciones presidenciales que llevaron a Donald Trump al poder, las estadounidenses se han estado comportando de forma inusual. En primer lugar, en enero, aproximadamente 4,2 millones de personas asistieron a más de 600 marchas de mujeres en todo el país. Este activismo se ha transformado en uno de los más grandes de la historia, según estimaciones recogidas por Erica Chenoweth, de la Universidad de Denver, y Jeremy Pressman, de la de Connecticut.

En los meses siguientes, el número de mujeres que se presentaron como candidatas a la Legislatura de Virginia subió un 75 por ciento, si se lo compara con el ciclo de 2013, según un análisis realizado por el Centro de la Mujer y la política estadounidense en la Universidad de Rutgers. En Nueva Jersey, el único otro estado con elecciones legislativas de este año, el número de candidatas creció un 25 por ciento.

A nivel nacional, las organizaciones que capacitan a las posibles candidatas también informan acerca de grandes conquistas este año, con crecimientos de hasta el 145 por ciento en Filadelfia, el 82 por ciento en Oklahoma y el 67 por ciento en Nueva Jersey.

Es que históricamente, las mujeres han tenido que ser persuadidas para postularse. Pero este año, muchas mujeres rompieron la tradición.

Ante este escenario, la nueva encuesta patrocinada por POLITICO registró un aumento dramático en la actividad política entre las mujeres demócratas en particular.

La encuesta, que se realizó a 2.000 adultos empleados, con estudios universitarios, arrojó que 4 de cada 10 mujeres demócratas habían firmado una carta o petición sobre un asunto político en los últimos seis meses. Este resultado triplica el porcentaje registrado antes de la victoria de Trump.

Según la misma investigación, 7 de cada 10 mujeres demócratas dijeron que estaban "consternados" por la victoria de Donald Trump.  Los hombres demócratas también informaron de nuevos niveles de activismo, aunque no tanto como sus contrapartes femeninas. Los republicanos, tanto hombres y mujeres, no reportaron ningún cambio importante.

Kimberly Graham, abogada y madre soltera que jamás pensó en postularse pero ahora considera seriamente buscar una banca en el Senado en 2020
Kimberly Graham, abogada y madre soltera que jamás pensó en postularse pero ahora considera seriamente buscar una banca en el Senado en 2020

Pero la investigación de POLITICO también descubrió muchas razones para el escepticismo. Incluso después de la victoria de Trump, las mujeres encuestadas resultaron mucho menos propensas que los hombres a animarse a ser candidatas.

La brecha de género en la ambición política es de 15 puntos porcentuales

La brecha de género en la ambición política es de 15 puntos porcentuales. Así, los hombres  son "dos veces más propensos que las mujeres" a considerar seriamente una postulación.

"Vemos un aumento de los niveles de acción entre las mujeres que antes ni habrían pensado en participar de una marcha", remarcó Jennifer Lawless, profesora de la Universidad estadounidense que diseñó la encuesta y ha estado estudiando la temática de género y política por dos décadas. Pero admite que no hay evidencia de que Trump haya alterado la brecha de la ambición política a largo plazo. Para un cambio verdaderamente duradero, "los partidos políticos tienen que canalizar este activismo".

Es que, después de todo, las barreras que desalentaban a las candidatas antes de la elección presidencial no han desaparecido. La conversión de energía en candidaturas requiere de nuevas ideas. "Que tengan interés es algo realmente grande", se emociona Andrea Dew Steele, presidenta y fundadora de Emerge América, que capacita a las mujeres demócratas para competir en todos los estados estadounidenses.

La organización, de hecho, registró un aumento del 87% en las aplicaciones después de la elección. "Pero, ¿cómo convertir esas aplicaciones en verdaderas postulaciones? Para eso se requiere inversión", explica Steele.

Después de entrevistar a candidatos, funcionarios electos, operadores partidarios e investigadores de todo el país, POLITICO ha identificado los momentos clave en que las mujeres se alejan de los cargos electivos y sugiere tres estrategias claras que podrían aumentar significativamente el número de mujeres en cargos de elección popular en la próxima década. Ninguna de estas estrategias requiere de infusiones masivas de financiación o cambios estructurales. Sólo necesitan de una mejor comprensión de los factores que hacen que una mujer se postule o no.

La primera clave es que en la actualidad, los fondos llegan tarde, cuando las mujeres ya se están postulando y, por lo general, a nivel nacional. No se destinan recursos a fomentar las postulaciones femeninas.

La segunda estrategia es ser más agresivos: ir hacia las mujeres que ya hacen política. Los consejos escolares son los únicos órganos elegidos en los Estados Unidos que están a punto de alcanzar la paridad de género. Pero la gran mayoría de estas mujeres no buscan un cargo más alto y se trata de las mujeres con la mejor formación política de Estados Unidos que cuando dejan los consejos escolares se van a sus casas.

La tercera y más ambiciosa estrategia radica en que los reclutadores partidarios cambien totalmente su método de seducción y ofrezcan un discurso que haga hincapié en cosas específicas. Cuando las mujeres visualizan el cargo político como una forma de solucionar problemas y mejorar sus comunidades, se vuelven tan ambiciosas como los hombres.

De acuerdo a varios estudios realizados entre legisladores, las políticas suelen explicar que decidieron postularse por preocupaciones específicas. En cambio los hombres son más propensos a postularse para cumplir con "el sueño de sus vidas".

De hecho, según la investigación del American Journal of Political, las mujeres también son más propensas a patrocinar proyectos de ley y, cuando están en el partido minoritario, son más eficaces que los hombres para mantener vivas sus iniciativas.

Es más, los especialistas afirman que no hay evidencia alguna de que las mujeres tengan que trabajar más duro que los hombres para recaudar dinero, por lo que los obstáculos tienen más que ver con las tradiciones políticas, los hábitos arraigados de los partidos y el propio menosprecio de las mujeres.

Pero en este momento de partidismo vicioso y profundo cinismo hacia los políticos, también hay oportunidad: no solo para elegir a más mujeres, sino para cambiar la política. La evidencia sugiere un camino a seguir, no sólo para los demócratas, sino también para los republicanos, que necesitan desesperadamente más reclutas. Es que las mujeres constituyen un tercio de los demócratas en el Congreso, pero sólo el 9 por ciento de los republicanos.

Las mujeres son un tercio de los demócratas en el Congreso, pero sólo el 9 por ciento de los republicanos.

La tendencia es preocupante. En la actualidad, Estados Unidos tiene más mujeres agricultoras y ganaderas que congresistas. De hecho, la proporción de mujeres miembros del Congreso disminuyó en 2010 por primera vez desde 1970.

A nivel estatal, los días en que las mujeres experimentaban un progreso -lento pero constante-  terminó. El porcentaje de legisladoras estatales lleva nueve ciclos electorales estancados en un 25 por ciento. Y hoy, de un total de 50 gobernadores, sólo seis son mujeres.

El estancamiento no es moneda común en otros ámbitos. Por ejemplo, las mujeres son más propensas que los hombres a graduarse de la universidad y entrar en la escuela de leyes. Ellas obtienen casi la mitad de los títulos de grado en negocios y administración. Sin embargo, no dan el salto a la política. Sí es cierto que se preocupan por la política y votan en mayor proporción que los hombres en todas las elecciones desde 1980. Sin embargo, cuatro de cada cinco congresistas es hombre.

El origen es mucho anterior a cualquier título. Se ubica en la infancia. La buena noticia, dice POLITICO, es que si los padres animan a sus hijas, la brecha de género desaparece. Jennifer Lawless, la profesora universitaria estadounidense que diseñó la encuesta y ha estado estudiando las cuestiones de género y política durante dos décadas, reveló que el 50% de las mujeres cuyos padres incentivaban la posibilidad de dedicarse a la política admitieron que la idea era muy buena y que definitivamente les gustaría hacerlo. "El estímulo de los padres es potencialmente un gran ecualizador".

Una encuesta de 2011 a 4.000 abogados y abogadas, líderes empresariales, educadores y activistas políticos (el tipo de personas con más probabilidades de considerar postularse para un cargo),  arrojó que los hombres eran casi un 60 por ciento más propensos que las mujeres a considerarse "muy cualificados" para un cargo. Esta percepción prevaleció aún cuando no existía ninguna diferencia observable en sus calificaciones reales. Y entre los hombres y las mujeres más humildes, la lógica se mantiene: los hombres se piensan con más probabilidades que las mujeres.

Monic Behnken se postula para la Junta Escolar en Ames, Iowa
Monic Behnken se postula para la Junta Escolar en Ames, Iowa

En el trabajo de POLITICO, el 41% de los hombres republicanos aseguró haber considerado postularse.  En segundo lugar, aparecen los hombres demócratas. Las demócratas llegan en un tercer puesto con un 24% y por último, con un 20%, se ubican las republicanas.

Las mujeres no sólo subestiman sus propias calificaciones, subestiman las probabilidades de todas las mujeres. Menos de la mitad de las mujeres encuestadas creen que en igualdad de capacidad las mujeres pueden derrotar a un hombre en las urnas.

Las mujeres no sólo subestiman sus propias calificaciones, subestiman las probabilidades de todas las mujeres

Otros países han aumentado el número de mujeres políticas mediante la obligatoriedad de cuotas (un porcentaje fijo de mujeres) pero en los EEUU -donde todo acaba en los Tribunales- la idea no tiene futuro.

El trabajo revela que es tan raro ver mujeres candidatas como mujeres informáticas. Incluso, casi que comparten estadística y puede que no sea una coincidencia. De hecho, el porcentaje de mujeres que estudian ciencias de la computación ha bajado casi el 50 por ciento desde mediados de la década de 1980. Actualmente, solo uno de cada cinco estudiantes de ciencias de la comunicación es mujer.

Irónicamente, la elección de Donald Trump hizo que muchas mujeres repensaran su lugar en la política y ahora muchas de ellas ven la política como un mal que debe ser enderezado. Para otras, la elección de un presidente sin experiencia política también las ha incentivado.

Cyndi Hanson, una madre soltera republicana, está considerando seriamente postularse:  "No pertenezco al status quo y ver a alguien que tampoco lo es, ser exitoso (por Trump) sin duda me ha animado"

Hay mujeres que se sienten repentinamente cualificadas. La elección de Trump disparó la siguiente pregunta: "Espera un minuto, si esta persona puede ser presidente, ¿por qué yo no puedo postularme para un cargo?". Kimberly Graham, una abogada especializada en derecho de familia es un ejemplo claro ya que competirá contra el senador republicano Joni Ernst en Iowa. "Yo no sé nada de política pero por lo menos entiendo la Constitución", dice entusiasmada.

Para las demócratas la victoria de Trump terminó con las excusas. Monic Behnken, candidata a la junta escolar en Ames, Iowa, aseguró: "La razón por la que no había decidido postularme era porque estaba muy ocupada pero cuando desperté el 9 de noviembre (al día siguiente de la victoria de Trump) me dije: "No soy tan ocupada".

LEA MÁS: