Un compañero de trabajo del atacante de Orlando había renunciado por su maltrato: "Hablaba de matar gente"

Omar Mateen ya venía dando muestras de su carácter violento e inestabilidad emocional. Su ex esposa contó a la prensa el calvario que vivió a su lado. El FBI ya lo había entrevistado tres veces, al sospechar de sus vínculos con el Estado Islámico.

Ahora se agrega el testimonio de un compañero de trabajo que renunció el año pasado debido al acoso y los malos tratos de Mateen. "Era un inestable trastornado", lo definió Daniel Gilroy.

Ambos eran empleados de la empresa de seguridad G4S y trabajan como guardias en la puerta sur de PGA Village, un barrio privado y club de golf en Port St. Lucie, el pueblo de la Florida donde residía el joven que en la madrugada del domingo desató la peor masacre desde del 11 de septiembre en los Estados Unidos.

Gilroy contó que trabajaba en el turno de 7 de la mañana a 3 de la tarde, cuando llegaba Mateen, que lo reemplazaba de 3 a 11 de la noche.

Gilroy, un ex oficial de policía, contó que era usual que Mateen le hiciera comentarios homofóbicos y raciales. En un momento, Mateen comenzó a acosarlo enviándole entre 20 y 30 mensajes de texto por día y le dejaba unos 15 mensajes en el contestador de su teléfono.

"Renuncié (en 2015) porque todo lo que él decía era tóxico", contó Gilroy a la prensa, " y la empresa no hacía nada. El tipo era un inestable y trastornado,  y hablaba de matar gente", agregó, y dijo que no le sorprendió que terminará desatando una matanza.

Una residente de PGA Village, Eleanora Dorsi, sin embargo, reconoció la cara de Mateen que se difundió por los medios como la de un "amistoso" guardia, "muy amable", que estaba en la puerta de su barrio y que más de una vez la ayudó en diferentes tareas. "Era siempre un caballero", expresó Dorsi.

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