A casi cinco años del escándalo de dopaje, Lance Armstrong exigió que reconozcan su esfuerzo

El ex ciclista fue despojado de todos sus títulos del Tour de France y vetado de la competencias oficiales. Ahora, pide a la historia que no lo olvide

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Armstrong usó la hormona EPO, transfusiones de sangre, testosterona y corticoides entre 1998 y 2011 (Getty)
Armstrong usó la hormona EPO, transfusiones de sangre, testosterona y corticoides entre 1998 y 2011 (Getty)

El 22 de octubre se cumplirá un nuevo aniversario de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) sancionó de por vida a Lance Armstrong, en uno de los escándalos de dopaje más resonantes de la historia del deporte.

A casi cinco años de aquel episodio, el ex ciclista se encuentra alejado de la competición y participó en un podcast junto a George Hincapie y Christian Vande Velde en el que habló sobre lo sucedido.

"Me dopé, sí, pero no quiero que los aficionados me recuerden por eso. También trabajé mucho para ganar lo que gané", sentenció el estadounidense de 45 años que fue despojado de sus 7 títulos del Tour de France y de la medalla olímpica obtenida en Sídney 2000.

Armstrong tiene prohibida la participación en cualquier competencia oficial (Getty)
Armstrong tiene prohibida la participación en cualquier competencia oficial (Getty)

Armstrong insistió en que sus malas decisiones no tapen sus grandes actuaciones y sostuvo que esto debe pesar tanto para él como para sus colegas: "La gente no debe olvidar el trabajo duro y el esfuerzo de los corredores, incluso si se dopan al mismo tiempo. No todo es blanco o negro".

Además, el ex corredor asegura que todo el padecimiento que sufrió desde la sentencia definitiva dictada por la UCI, fue suficiente castigo: "Sé que hay muchos que sienten que tengo que ser castigado severamente, y los entiendo, pero mis errores ya han sido duramente castigados".

Por otra parte, Armstrong afronta una demanda de su ex equipo US Postal, con el que ganó los 7 Tour de France, que le reclama el pago de alrededor de 100 millones de dólares, por haber manchado la imagen de la compañía con sus constantes dopajes.

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