Tras la suspensión de Dilma Roussef, Mauricio Macri recibió y respaldó al nuevo canciller de Brasil

El presidente se reunió con el embajador José Serra, quien fue designado por mandatario interino Michel Temer. Argentina es el primer país de la región que reconoce a la nueva gestión

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En un contundente gesto de apoyo político, el presidente Mauricio Macri recibió ayer al canciller brasileño José Serra. Se trata del primer encuentro oficial de la Argentina - y de un gobierno de la región- con la gestión del jefe de Estado interino Michel Temer, luego de que la mandataria Dilma Rousseff fuera suspendida temporalmente de su cargo a través de un proceso de juicio político.


Asistido por la canciller Susana Malcorra, Macri inició el diálogo con los funcionarios brasileños entrantes en un contexto donde varios países latinoamericanos advirtieron que no avalarán a las nuevas autoridades por considerar que llegaron al poder a través de un golpe institucional.


Tras el encuentro con Serra, Malcorra contó que ambos cancilleres hicieron "un inventario" y "una primera reunión para saber dónde estamos parados". Asimismo, la funcionaria defendió la postura del gobierno de Macri de respetar el proceso de impeachment que transita el vecino país.


"Brasil es el socio de Argentina y lo que pasa en Brasil afecta a lo que pasa en Argentina. No tenemos alternativa más que trabajar con ellos", expresó Malcorra en una conferencia de prensa. Consultada por las críticas de que Argentina está "legitimando un gobierno golpista", la canciller advirtió que "no somos los únicos que hemos reconocido este proceso. Sí, es cierto que hay países latinoamericanos que han hecho una lectura distinta, inclusive de la posible aplicación de la Carta Democrática. Nosotros no lo vemos así", añadió.


El bloque regional Unasur así como los gobiernos de Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua cuestionaron la legitimidad del proceso de suspensión de Rousseff, quien mantenía estrechos lazos con la ex presidente Cristina Elisabet Kirchner. Antes de ser removida, otros jefes de Estado que expresaron su respaldo a la dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) fueron la chilena Michele Bachelet y el uruguayo Tabaré Vázquez.


Es en este cuadro que la postura argentina se diferencia del resto y representa un apoyo clave para el nuevo gobierno, el cual adolece de una legitimidad de origen. Sin embargo, Serra insistió en defender el impeachment al afirmar que Brasil "vive la más perfecta legalidad democrática".


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"Ganar-ganar"

Durante la cumbre, Serra y Malcorra firmaron un Memorándum de Entendimiento para el establecimiento de un mecanismo bilateral de Coordinación Política, en el que participó el ministro de Hacienda y Finanzas argentino, Alfonso Prat-Gay. El protocolo implicará una reunión de cancilleres cada dos meses.


"Brasil y Argentina configuran un juego de suma positiva. Tenemos que verlo así. Es una relación donde los dos salen ganadores. Eso es esencial", afirmó el canciller brasileño.


El Gobierno nacional espera que, con Temer, el cambio podía ser una "oportunidad" para refundar el Mercosur (Mercado Común del Sur), integrado además por Uruguay, Paraguay y Venezuela. En Buenos Aires, Serra se reconoció defensor del bloque en cuanto zona de libre comercio, pero no así como unión aduanera


"Nuestra estrategia, que fue debatida acá (en Buenos Aires), es crear mecanismos que agilicen, que flexibilicen la posibilidad de negociación (de libre comercio) con terceros", explicó el canciller brasileño y aseguró que su planteo recibió "una buena acogida" por parte del gobierno de Mauricio Macri.


El miércoles pasado, Serra, dos veces candidato presidencial por la socialdemocracia, anunció un cambio de rumbo en la política exterior que priorizará los intereses económicos del país y no estará anclada en afinidades ideológicas o partidarias.


Protestas

Mientras se producía la cita diplomática, en el Palacio San Martín, sede de la cancillería argentina, un centenar de manifestantes cantaron "Fuera Temer, fuera Serra", en portugués. Con carteles que mostraban la foto de Serra con la leyenda "Se Busca - Golpista", los manifestantes, entre ellos varios brasileños y militantes argentinos de agrupaciones de izquierda, esperaron desde temprano.


"Estoy aquí porque hoy tenemos en Brasil un gobierno de facto, ilegítimo, que no cuenta con el apoyo de la gente, que no tiene el respaldo del voto", dijo a la agencia AFP el brasileño Mateo Salvis, que vive en Buenos Aires. "Está en el gobierno solo para limpiar sus delitos porque son todos corruptos", apuntó.