El representante de Nicolás Lodeiro avisó: "Si se va, el club que lo compre deberá aceptar que juegue toda la Copa Libertadores, en eso no transa"

Gerardo Cano, su representante, confirmó que el uruguayo puede irse, pero que impondrán en la negociación que se quede para jugar la Libertadores. "No se quiere perder la Copa con Boca y no es negociable", avisó

Compartir
Compartir articulo
infobae
Nicolás Lodeiro

es una pieza clave del

Boca

de Guillermo y él se siente tan cómodo que se juega su propio físico con tal de no fallarle al nuevo entrenador. Su mágica recuperación luego de una operación y los goles claves, elevaron el cariño que el club tiene con el uruguayo, que de tanto resaltar despertó el interés de varios equipos alrededor del planeta.


Clubes de Estados Unidos, de la Premier League y la Liga de Portugal comenzaron las tratativas por el pase del mediocampista uruguayo, aunque ya tienen sobre la mesa una imposición clave para el Xeneize: "Lo principal en cualquier negociación que pueda haber tanto en la MLS como de Europa es que él no se quiere perder y quiere jugar hasta el último partido de Boca en la Libertadores; y su posición no es negociable".


Esta situación la reconoció Gerardo Cano, su representante, en diálogo con Closs Continental. "Habrá que ver si el club que lo quiere comprar acepta la cláusula, porque en general te quieren 'para ayer'. Pero en eso Nico no transa. Boca lo va a necesitar en esas instancias. En caso de salir algo, debe jugar la Libertadores hasta el último partido", subrayó.


Cano explicó que la relación entre el jugador y el club es muy estrecha. Más allá de la posibilidad de una venta, tiene contrato hasta 2018 y es muy querido: "Si vienen ofertas que de una u otra manera te puede cambiar la vida, es de persona inteligente estudiarlas. Quizás antes de la Copa América tengamos todo definido".


"Es de persona inteligente estudiar ofertas que te pueden cambiar la vida"

Teniendo en cuenta ese contexto, señaló que Boca no debería poner trabas para su salida si analiza el comportamiento del jugador de 27 años que llegó a principios del 2015 a cambio de casi tres millones de dólares. "Tiene que ser algo que le sirva a todos. Si es algo muy bueno para Nico, la dirigencia de Boca le tiene mucho aprecio. Vino y derrochó profesionalidad, si mañana viene una oferta que le cambie la vida, se van a poner una mano en el corazón", justificó.


Al mismo tiempo, explicó su temor al verlo volver a los campos de juego a 15 días de haberse operado la rodilla. "La decisión era un riesgo enorme, pero que se tomó con un cuerpo médico de mucho prestigio detrás. Tengo claro que Guillermo lo quiere y lo cuida mucho. Esa recuperación tan rápida a mí en lo personal me daba miedo", explicó.