Lula da Silva acompañó a Dilma Rousseff en su acto de despedida

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva esperó a su sucesora Dilma Rousseff frente al Palacio del Planalto este jueves, una vez que la mandataria dejo la sede del Poder Ejecutivo para cumplir su suspensión del cargo por hasta 180 días.

En el discurso que Rousseff dio en la afueras del palacio, el ex presidente se mantuvo de pie atrás de la mandataria con rostro preocupado, la mirada perdida y a menudo secando su transpiración.

Por consejo de Lula, Dilma no descendió la simbólica rampa del Planalto, como era su idea inicial. Dicha instalación es usada por cada mandatario entrante y saliente. Según el ex sindicalista y presidente de Brasil entre 2003 y 2010, ese sería un acto de "fin de gobierno", y Dilma debe mostrar que "resistirá hasta el fin" del proceso de impeachment.

Dilma dejó el Palacio del Planalto por la puerta principal, en la planta baja del edificio, acompañada por ministros y asesores. Allí se encontró con Lula, parlamentarios oficialistas y militantes del Partido de los Trabajadores y de movimientos sociales que cantaron en apoyo a Rousseff.

Luego de sus discursos se emprendió una caminata de militantes por los cinco kilómetros que separan al Palacio del Planalto de la residencia oficial de La Alvorada. La mandataria se dirigirá a la residencia presidencial, desde la que se abocará a su defensa en el juicio político a la que la someterá el Senado.

Previamente, se dirigió a la nación a través de un mensaje, que también fue difundido en las redes sociales, en el que reafirmó su posición respecto de los que la juzgan, a los que acusa de corruptos y conspiradores creadores de un golpe de estado.

La mandataria exonerará a todos sus ministros, con excepción del presidente del Banco Central y del de Deportes, antes de dejar el gobierno.