El cambio de Tevez: por qué se adaptó al puesto de nueve

En marzo de este año el Apache aseguró que no se sentía cómodo jugando de centrodelantero. Anoche, después de concretar el pase a los cuartos de la Copa, cambió de opinión sobre su posición

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Carlos Tevez ya no es el mismo que arrancó el 2016. Hoy se siente más cómodo y está menos fastidioso. Recuperó rapidez en los metros finales de la cancha y lucidez en el último pase. Es el nueve de Boca aunque hace menos de dos meses haya declarado que él no era el nueve del equipo.

A mediados de marzo el Apache había dejado en claro que no se sentía a gusto jugando como centrodelantero. No era ese el lugar que quería ocupar, pero Guillermo Barros Schelotto no tenía opciones para elegir. Sin Jonathan Calleri, vendido al San Pablo, y con Daniel Osvaldo lesionado, el entrenador debió pedirle al ex Juventus que ocupe ese lugar en la cancha.

"No soy 9, pero si al equipo le hace falta porque no hay uno, juego de 9. Me adapto", había declarado antes de que Boca enfrentara a Atlético Rafaela por el campeonato local. Tevez tenía en claro que la falta de un centrodelantero lo obligaba a jugar en ese puesto. El técnico lo necesitaba ahí para tratar de armar un frente de ataque más agresivo.

Gol Pavon Boca 2-1 Cerro Porteño
Pavón marcó el segundo gol de Boca luego de una habilitación precisa de Tevez

Las primeras variantes de los mellizos no dieron tanto resultado como el trío que logró conformar en los últimos partidos. Andrés Chávez alternó buenos y malos momentos pero terminó siendo una opción para generar juego por las puntas. Agresivo e insistente, el Comandante suele ser un delantero que trata de explotar su velocidad jugando por afuera y eso no le permite rendir de igual forma cuando le piden que se cierre.

Nicolás Lodeiro jugó de media punta, enganche y volante. Pasó por tres posiciones y terminó rindiendo como si fuera un delantero más. Acompañó a Tevez y Pavón un trío que logró ser efectivo y veloz. Pero una lesión en su rodilla lo marginó por tres meses justo en la etapa definitoria de la Copa Libertadores.

En el encuentro que Boca jugó ante Cerro Porteño en la Bombonera, el Mellizo volvió a colocar una delantera que ya había utilizado y le había dado buenas señales. Pavón, Tevez, Carrizo, fue el trío que anoche pudo desequilibrar a la defensa paraguaya.

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Con los dos puntas jugando bien abiertos, el Apache se sintió más cómodo como nueve. Tiene más espacios para maniobrar de frente al arco y no recibe tanto la pelota de espalda. La llegada constante de sus dos compañeros obliga a la defensa rival a repartir esfuerzos en la marca y esos movimientos generan huecos que el Apache puede aprovechar mejor.

Al igual que en el 2003, Tevez está logrando su mejor nivel con dos delanteros jugando a sus costados y abriendo la cancha. En aquel momento fueron Marcelo Delgado y Guillermo Barros Schelotto los integrantes del trío que logró levantar la Copa Libertadores ante el Santos. Hoy los intérpretes son distintos pero la idea es la misma.

Además, en los últimos partidos se lo notó más liviano y rápido cuando le tocó encarar. El mano a mano suele ser uno de sus fuertes y en los últimos encuentros no lo había podido explotar bien. Un poco por la imposibilidad de quedar de frente al arco y otro poco porque arrastraba una molestia en una de sus rodillas. Tevez está distinto y el equipo lo siente. Su picardía y calidad para resolver rápido en los metros finales volvió a ser un arma letal para Boca.

"Cada día me siento más cómodo jugando de 9", aseguró anoche luego del triunfo en la Bombonera. "Tengo dos flechas que me pican y pican todo el tiempo. Y así es más fácil", explicó el jugador distinto que hoy tiene Boca entre sus once titulares. Su comodidad en la alineación es clave para el rendimiento de él y del equipo.