Cómo lograron detener a los delincuentes del violento asalto contra Carlos Ruckauf

La Policía Federal peritó 60 cámaras e intervino teléfonos para llegar a los sospechosos por la salidera que sufrió el ex vicepresidente en noviembre pasado

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"Gracias a Dios y a la Vírgen no me mató", dijo Carlos Ruckauf luego de que uno de sus custodios abatiese a tiros a uno de los cuatro ladrones que intentaron robarle al salir de un banco Citi en Juncal y Salguero el 30 de noviembre pasado, poco antes de entrar a la torre donde vivía en la calle Juncal. Fue una salidera de cierta ingeniería: además de dos motos, hubo un Chevrolet Astra gris involucrado. Y el Astra fue la pista principal para detener a dos de los prófugos.

Poco antes del mediodía, la Policía Federal allanó tres domicilios, entre ellos un PH sobre la calle Díaz Vélez al 4500 y otro inmueble cercano a la esquina de Venezuela y Muñíz para dar con Carlos Aballay, argentino, de 27 años, y Claudio Recarte, uruguayo, de 45 años. Aballay, por su parte, tiene un abultado prontuario, principalmente por robo. No solo le encontraron tarjetas de crédito y documentación para continuar la pesquisa: tenían en su poder 17 pastillas de éxtasis.

La Policía Federal peritó 60 cámaras e intervino teléfonos para llegar a los sospechosos por la salidera que sufrió el ex vicepresidente en noviembre pasado

La investigación, a cargo del comisario inspector Luis Rollé, del departamento de Lucha contra el Crimen Organizado de la PFA, que depende del área de Inteligencia Criminal y bajo la firma del Juzgado N° 5 del doctor Manuel de Campos, comenzó con un rastreo de 60 cámaras en las cuadras a la redonda, para reconstruir la secuencia del hecho. Ahí apareció el Chevrolet Astra con su patente: resultó estar a nombre de uno de los detenidos, según reveló una fuente de la investigación a Infobae. El teléfono del delincuente muerto hizo el resto. El Astra no podrá ser recuperado como prueba: fue desguazado en partes rápidamente después del hecho.

El asalto fue de particular violencia, más allá del ladrón abatido, que le dio un culatazo en la frente a Ruckauf, que lo desmayó, y le arrebató la cartera a su mujer, para luego escapar. Ahí, el custodio de Ruckauf abrió fuego: el ladrón murió casi en el acto de dos disparos en el pecho.