Iban 10 minutos de juego cuando comenzó el show del referí que terminó con una batalla campal entre jugadores, asistentes y la policía luego de que Atlético Nacional ganara por 4 a 2 y accediera a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
En una situación aislada, Ramón Wanchope Ábila reclamaba un lateral y el venezolano José Argote se acercó al delantero y comenzó a pechearlo. Dos minutos después, sancionó un offside inexistente del atacante de Huracán y lo amonestó por continuar la jugada.
El partido recién comenzaba pero para los jugadores visitantes ya empezaba a mostrar ciertas diferencias del árbitro, algo que se iba a explicitar luego del encuentro. "Este muchacho no puede dirigir más y la Conmebol tiene que hacer algo. Sino no se puede jugar al fútbol y es una vergüenza así", dijo Ábila.
A los 22', se dio la primera gran polémica del juego. Bogado tocó a un rival en al área y el referí sancionó el penal sin dudas y luego Ibarbo cambió por gol para poner el 1 a 0 parcial. La jugada es dudosa.
A los 33', Argote siguió mostrando su rigurosidad con los visitantes y amonestó a Federico Mancinelli por hacer tiempo durante un tiro libre. El defensor reclamaba que no había distancia de un futbolista de Atlético Nacional.
A los 51', el árbitro expulsó al marcador central por un supuesto golpe a un adversario. El contacto existió pero no hubo una agresión directa. Desde allí Huracán jugó con 10 jugadores y terminó cayendo por 4 a 2.
Tras el encuentro, el entrenador Eduardo Domínguez expresó: "Lo que queríamos es un partido parcial, pero el árbitro les dijo cagones a mis jugadores"".