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Un escandaloso caso de necrofilia fue la noticia más comentada ayer en la provincia de Salta. Puntualmente, en el hospital San Vicente de Paúl, ubicado en Orán. Allí, un hombre de 22 años -identificado por agentes policiales con las iniciales F.P- fue sorprendido por un enfermero, sobre el cadáver de una mujer cuya muerte aún no fue esclarecida.
"Sentí un llamado insaciable de tener sexo en ese hospital", habría dicho el hombre, según narraron a la prensa los empleados que estaban a esa hora en el hospital, mientras sólo funcionaba la guardia. Aparentemente, se bajó de un colectivo de línea cerca de las 3:30 de la mañana.
El joven, que en principio no tenía ningún vínculo probado con la mujer muerta, también saqueó un altar en homenaje a San Vicente de Paúl donde los pacientes dejan dinero y ofrendas al recibir el alta.
La fiscal Claudia Carreras impuso el secreto de sumario y se abrieron investigaciones internas en torno a la seguridad del lugar, que debía ser custodiado por la policía pero, cuando un enfermero alertó del ataque, no había nadie: debieron responder los efectivos del sistema de emergencias 911.