El estado actual de la lucha contra el terrorismo

Compartir
Compartir articulo

Durante su última visita a Europa, Barack Obama le pidió a las autoridades europeas un mayor grado compromiso en la lucha contra el terrorismo. Les hizo saber su preocupación debido a los escasos recursos que sus gobiernos destinan a la defensa.

¿Tiene razón el presidente estadounidense en este reclamo? Para responder esta pregunta debemos repasar el estado en el que se encuentra actualmente la lucha contra el terrorismo.

En el caso particular de Estados Unidos, el combate contra el terrorismo ha sido relativamente exitoso. Esta nación no solo evitó que se vuelva a producir un ataque similar al del 11 de Septiembre del 2001, sino que también logró descabezar a la organización terrorista Al Qaeda al matar tanto a su líder, Osama Bin Laden, como a otros miembros claves. Para alcanzar estos éxitos, además de destinar importantes recursos a su defensa, Estados Unidos implementó una serie de estrategias que resultaron coherentes y efectivas a la hora de preservar su seguridad interna.

La situación en Europa y Medio Oriente es más preocupante. Tomemos por ejemplo el caso de Siria. Hace más de cinco años que este país se encuentra en medio de una guerra civil que ya ha producido más de 400 mil muertos y 4 millones de refugiados. Un actor clave en este conflicto es la organización terrorista ISIS, que además de controlar su propio territorio ha logrado, a través de la venta de petróleo, establecer una fuente de ingresos permanente. Esto lo convierte en un adversario temible tanto para el régimen sirio de Bashar al-Ásad como para la comunidad internacional en general.

El reciente éxito de ISIS se explica, en parte, por las políticas que las potencias occidentales han implementado en Siria. Efectivamente, estas buscaron por un lado reemplazar al gobierno de Asad por la fuerza y, al mismo tiempo, eliminar a ISIS, que es su principal rival. Esta falta de prioridades generó caos, potenció la guerra civil y le permitió a Rusia –al utilizar su nuevo poderío militar para ayudar al gobierno sirio- ganar protagonismo.

El conflicto en Siria también explica, al menos en parte, la creciente vulnerabilidad de Europa al terrorismo. En efecto, en su intento por debilitar a sus rivales occidentales, ISIS decidió llevar su lucha al territorio europeo, estrategia que se vió reflejada en los atentados que tuvieron lugar en París y Bruselas.

También preocupantes son las consecuencias que pueden llegar a tener para la seguridad europea el abrupto incremento en el número de refugiados que arriban diariamente desde Siria -y otras naciones en conflicto. Efectivamente, algunos analistas sostienen que las organizaciones terroristas aprovecharán el alto grado de polarización social que esta ola inmigratoria esta provocando para reclutar una nueva camada de miembros, lo cual sin lugar a dudas dificultará aún más la tarea de las fuerzas de seguridad.

En definitiva, para solucionar el problema que representa el terrorismo será necesario destinar mayores recursos a la defensa pero también, y ante todo, establecer una estrategia que claramente defina cómo debemos enfrentar esta amenaza. En este sentido, la estrategia que llevaron adelante los Estados Unidos y Europa en el conflicto sirio fue un paso en falso que no debe ser repetido.

El autor es experto en política internacional