La carrera del futbolista profesional requiere muchísimos sacrificios y uno de ellos se registra en el ámbito alimenticio. Desde la juventud, la mayoría de los jugadores se someten a cuidados intensivos en las comidas. Una mala alimentación no sólo puede atentar contra el estado físico y rendimiento del atleta, sino que también puede inducir a lesiones musculares.
El caso de Lionel Messi es un ejemplo claro. Desde que el argentino se sometió a las órdenes del nutricionista Giuliano Poser, ya no sufrió ni una lesión muscular. "Hay un conjunto de alimentos a los que considero la gasolina súper: agua, un buen aceite de oliva, cereales integrales y frutas y verduras biológicas", detalló el especialista, respecto a la actual dieta del mejor jugador del mundo.
Sin embargo, la vida después del fútbol y las comidas también representa un desafío para los jugadores profesionales. Por eso, no faltan los casos de aquellos deportistas que, una vez retirados, se dejaron llevar por las tentaciones alimenticias y descuidaron por completo su forma.
Algunos de los ejemplos más rutilantes son: