El Cromañón de Dinamarca: la tragedia de Roskilde por dentro

Henrik Tuxen fue el único periodista que vivió desde el escenario el fatal accidente que terminó con la vida de 9 jóvenes que veían a Pearl Jam en un festival. En diálogo con Infobae, habló sobre el incidente, la seguridad en los shows y su estrecha relación con el grupo

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Eddie Vedder cae de rodillas sobre el escenario principal del Festival Roskilde en Dinamarca. Apoya sus manos sobre las piernas, agacha el torso y rompe en un llanto desconsolado. Era 30 de junio de 2000, una noche lluviosa y multitudinaria. Estaba solo, "devastado". La fiesta había terminado de manera cruel e impredecible: ya no había pogo, whisky, nada. El público se había disuelto cómo hielo en verano y la música que sonaba era ahora un grito monocorde y desesperado. El paisaje no era más que un inmenso hoyo formado en el campo que desnudaba la desgracia: los cuerpos de nueve jóvenes yacían en el piso, entre el público que involuntariamente los había empujado y pisado de una manera fatalmente salvaje. Esas almas habían sido arrasadas por una avalancha humana. Días después, la imagen del cantante en el supuesto mejor festival de Europa recorría el mundo. Esa trágica noche cambiaría por siempre la historia de Pearl Jam.

Henrik Tuxen, periodista danés de rock, no solo compartía con Vedder su gusto por The Who, sino que además –al igual que él- vio la muerte en primera persona desde arriba de ese escenario. Como buen fanático de Pearl Jam y afortunado del oficio, no iba a perderse por nada una noche de gloria en el festival supuestamente mejor organizado de Europa.

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"Esa tragedia me cambió muchísimo porque era un evento que como periodista yo cubría habitualmente. Había estado allí un millón de veces. Pearl Jam es mi banda favorita así que era la noche perfecta. Pero la noche perfecta se convirtió en una total tragedia. Así que pensé: ´Quizá deba hacer algo completamente diferente. Ser parte del todo, del proceso de curación´. Fue una de las cosas más shockeantes e incomparables de mi vida", le confesó a Infobae. De esa manera –y por la imperante necesidad de los músicos de contactarse con los familiares de las víctimas- nació "Tras las huellas de Pearl Jam" (Editorial Libros de Mentira), la crónica de la triste noche que cambió el rumbo de los festivales en Europa.

Es su primera visita a Buenos Aires. "Tengo que volver de vacaciones", dice mientras saluda en español y cuenta que la presentación en Santiago de Chile fue un rotundo éxito. Su acento danés se mezcla con un prolijo inglés que usa para manejarse en Capital. Por suerte sus expectativas no decayeron. Miércoles 27 de abril, 20 horas: La sala de La Rural está colmada de fanáticos ansiosos por conocer los entretelones de la banda de Seattle. Es que Tuxen supo sembrar una amistad con sus ídolos que se vio reforzada por un dolor conjunto.

"¿Si existe un equilibrio entre ser un fanático de una banda y al mismo tiempo periodista? Creo que es algo que he aprendido con los años porque siempre fui escritor de rock. Es posible hacer esa diferenciación, pero es difícil, claro. Muy diferente es escribir sobre alguien que nunca quizá conozcas en tu vida a escribir sobre alguien con quien intercambias mails por ejemplo. Como fan de Pearl Jam, amo y aprecio a la banca aún más, ya no entro en pánico cada vez que los veo. Lo que nunca haría es una crítica de alguno de sus discos o shows", explica Tuxen.

La distancia no fue un impedimento para que Tuxen comparara la tragedia de Roskilde con Cromañón. Si bien en la tragedia de Once murieron 194 personas producto de un incendio, el periodista apoyó la similitud en la negligencia de los organizadores. "En tragedias como estas, todos son responsables: los organizadores, la audiencia y también los músicos, especialmente si son una banda muy grande. No sé exactamente que pasó en Cromañón, pero en el caso de Roskilde, no se puede culpar a Pearl Jam porque no había forma de que ellos previeran lo que iba a pasar, no podían ver", explicó.

Stone Gossard, guitarrista de Pearl Jam, fue quien contactó a Tuxen tras la tragedia. Por pedido de Vedder, la banda quería acercarse a los familiares de las víctimas. "Nos planteábamos qué podíamos hacer para ayudar a esa gente. En qué nos convertiríamos y qué haríamos para sobrevivir", explicaron los músicos en el documental Tweenty.

Tuxen cuenta en su libro el textual de Gossard en una de las comunicaciones que tuvieron meses después de ocurrido el accidente: "Nunca hemos deseado que se escriba una biografía oficial de nuestro grupo, con declaraciones y cosas por el estilo, y todavía seguimos pensando lo mismo. Pero si optas (por Tuxen) por escribir tus propias opiniones y experiencias basándote en todo lo que ha sucedido y hemos experimentado juntos, realmente me gustaría cooperar en lo que se pueda.

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Los músicos estaban devastados. Ese fue el adjetivo que usó la banda para describir su dolor en el comunicado de prensa que difundieron tras la fatal avalancha. "Esto es tan doloroso...creo que todos nosotros esperamos a que venga alguien, nos despierte y nos diga que todo fue una horrible pesadilla. No tenemos palabras para expresar nuestra angustia a los padres de esas nueve preciosas vidas que se perdieron. Aún no sabemos que fue exactamente lo que pasó, pero pareció tratarse de algo fortuito que ocurrió en una fracción de segundo. No tiene sentido".

Y continuó: "Cuando te comprometes a tocar en un festival de esta envergadura y reputación, es imposible imaginar un escenario tan desgarrador. Nuestras vidas nunca serán las mismas, pero sabemos que nada se puede comparar al dolor de la familia y amigos de las víctimas. Es todo tan trágico. No tenemos palabras. Pearl Jam".

"Tras la huella de Pearl Jam" es una crónica del antes y después de esa noche desde la piel de Tuxen, los ojos de los músicos y la vivencia del público en general. "Una de las partes más difíciles de escribir en el libro fue una reunión que tuve con la familia de una de las víctimas y ellos sentían que su vida había terminado. Nadie decía nada y todos empezaron a llorar. Fue una momento muy emotivo. Duro, profundo, pero lindo", contó el periodista quien además le brinda al lector detalles exclusivos de lo que sucedió antes de que comenzara el show, como la lista de temas programados para esa noche.

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"Si hay algo que ilustra muy bien esta historia ante mis ojos es que la evolución del dolor es algo que atraviesa a cada persona, a menudo, de forma impredecible y a diferentes velocidades", explica Tuxen en la introducción. Para él, la avalancha humana tuvo que ver con una cadena de responsabilidades que desencadenó la muerte de inocentes, en este caso 9 jóvenes.

"Fui testigo del accidente y vi gente muerta. Creo que en términos de normas de seguridad, los festivales han cambiado para mejor. Pero, la sobrepoblación de gente sigue siendo el mayor problema. A veces hay tanta gente que uno no puede moverse ni para ir a tomar agua y eso es peligroso. Tener público muy excitado que ni se preocupa por cómo está el otro no sirve", acusó. Si se hubieran respetado las normas de seguridad y capacidad de gente en Cromanón, Roskilde y la Time Warp, el mundo musical no lloraría tantas muertes.

Henrik Tuxen fue el único periodista que vivió desde el escenario el fatal accidente que terminó con la vida de 9 jóvenes que veían a Pearl Jam en un festival. En diálogo con Infobae, habló sobre el incidente, la seguridad en los shows y su estrecha relación con el grupo