Caloncho: "Hago la música que me gusta escuchar"

Antes de su presentación en Niceto Club el 12 de mayo, el músico mexicano habló con Teleshow sobre sus viajes por Latinoamérica, la búsqueda del sonido, la "paleta de sensaciones" de tocar en vivo y la interacción en internet

Compartir
Compartir articulo
infobae

Sol, playa, brisa, olas... son algunos de los elementos que se dibujan en el paisaje acústico que uno imagina cuando escucha Fruta (2013) o Fruta Vol. II (2015) de Caloncho, un interesante músico mexicano que plantea, con su música, una suerte de oasis en el caos cotidiano del siglo XXI. No es la primera vez que tocará en la Argentina. Ya lo hizo a fines del año pasado y, debido al intenso show vivido, vuelve este 12 de mayo, pero esta vez en Niceto Club. ¿Qué le aporta a los melómanos argentinos esta joven promesa del folk azteca? Una bocanada de Centroamérica en estas frías tierras sureñas siempre viene bien.

Le gusta pasear; curioso y bohemio, recorre los sitios que visita, por eso decidió aterrizar varios días antes del show. "Espero dar una vuelta y turistear un poco", le dijo a Teleshow, "quiero comer rico, recorrer lugares interesantes, conocer gente". Describir a Caloncho no es tarea fácil. Hay un encanto en su voz, que parece salir de un lugar lejano de la casa, como si cantara desde el fondo de un recuerdo que todos tenemos. Su tímida forma de sonreír propician calma y lo colocan como ese forastero amigable y confianzudo; un mix entre Gael García Bernal y Benjamín Vicuña, se podría decir.

"Me gustó mucho Buenos Aires, me parece una ciudad lindísima. La gente, muy querida. Fue una gran fecha la que hicimos en Santos 4040", recordó y, por eso mismo, apostó a la sorpresa de lo que será este nuevo concierto: "Renovamos el show, vamos a tocar otras canciones que no tocamos aquella vez". Como todo músico, su prioridad es tocar: se levanta y se acuesta pensando en eso, su pensamiento se mueve en términos musicales.

Es oriundo del noroeste mexicano, de la ciudad Obregón, a kilómetros del Océano Atlántico y otros menos de Arizona, Estados Unidos. Y si bien hay una cercanía con el país anglosajón, tiene un interés genuino por Latinoamérica ya que ha tocado en países como Chile, Perú, Colombia, El Salvador, Costa Rica, Colombia, Ecuador. "Cada país tiene lo suyo, tiene su propia manera de hablar, un acento muy rico. Somos los mismos, el mismo pueblo con la misma historia, el mismo lenguaje, el mismo proceso de colonización e independencia. Lo que me di cuenta es que tenemos las mismas situaciones pero en diferentes términos. Me encanta ver la afinidad que tenemos como latinoamericanos".

"Argentina tiene algo distinto en ese sentido, es un lugar donde el mestizaje no se dio como otros lugares", dijo dando cuenta de su atención minucioso por los lugares que visita. Sin embargo su música parece hablar de todo el continente, de toda la región. Ese relax que convocan sus sonidos sale naturalmente: "Hasta ahorita ha salido de esa manera. Hago la música que me gusta escuchar y la música que me gusta es cómoda, tranquila, relajada. Tal vez cambia para el siguiente disco".

"Escucho algo de rocksteady, el rock and roll, me gusta la música vieja. Y de los artistas nuevos escucho los que hacen música con esa nostalgia", dijo y agregó en referencia a los artistas argentinos: "Toda mi adolescencia escuché a Los Cafres. Mi banda favorita de todos los tiempos de reggae es argentina: Lumumba. Hoy día me encanta El Mató un Policía Motorizado. Me parece una gran banda. Nos conocimos en Nueva York y siempre la escuchamos cuando vamos en la Van".

Lejos del mainstream, Caloncho se ubica como un músico que promete ser de culto. En el sentido de su originalidad, de sus composiciones que vuelven hacia un estado más armonioso, sin tanto artificio, en la relación entre el hombre y la naturaleza. Y en esos cruces entre la masividad y la fidelidad del público, el segundo es el que parece sobresalir aquí: "Hay situaciones en las que no quiero estar y eso es aprendizaje. Soy nuevo en esto realmente y lo que tengo bien claro es que quiero hacer solo lo que me gusta porque eso se refleja".


"Es bueno pasar por las puestas en escena y tenerlas cubiertas emocionalmente. Que en la paleta de emociones se vea lo tranquilo, lo introspectivo, lo eufórico y lo bailable. Que haya interacción, buscar los momentos para que se vuelva rica la puesta en escena. Cosa que no ocurre en el disco porque es muy relax, por eso lo cambiamos en el vivo para que la gente disfrute distinto", dijo respecto de las diferencias entre el vivo y las grabaciones de estudio.

Desde la llegada de las redes sociales, la música encontró una forma diferente de pulir ese enigmático vínculo sin intermediarios entre los artistas y sus públicos. Caloncho y su equipo lo saben (él prefiere el término equipo, no banda, porque la tarea de muchos que lo acompañan no tiene que ver con tocar un instrumento), lo tienen en cuenta y así lo explotan: "Internet es la herramienta que nos ha permitido difundir desde el inicio este proyecto. Es un trabajo realmente, es una tarea diaria".