Contaminación ambiental: el "monstruo de mil cabezas" que vuelve atacar en Ciudad de México

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La contaminación ambiental vuelve a ser un problema fuerte en la capital mexicana. AP 163
La contaminación ambiental vuelve a ser un problema fuerte en la capital mexicana. AP 163

El trabajo en conjunto para poder respirar aire limpio dejó de hacerse hace más de 15 años y las consecuencias afectan hoy a 22 millones de mexicanos. Es un problema que se convierte en un "monstruo de mil cabezas", por los niveles de responsabilidad, que abarca desde los gobiernos locales y federales, a la sociedad civil organizada y la no organizada. Los mexicanos pensaban que esto nunca iba a pasar.

Ante los altos niveles de ozono en el ambiente, las autoridades locales decretaron una serie de medidas paliativas y revertir los "días sucios". Entre otras, se amplió el "programa hoy no circula", para que más de un millón de autos se queden parados cada día, lo cual generó un descontento popular, no solo entre los propietarios de autos particulares, sino de los empresarios dueños de camiones de transporte de carga y traslado de alimentos y productos varios.

Infobae consultó a varios expertos en la materia que coincidieron en que los últimos años se acumularon los siguientes problemas:

-Escasa inversión en el transporte público.

-Dependencia al automóvil particular.

-Obras públicas que favorecen el uso del auto.

-Nula coordinación entre autoridades.

-Corrupción en los centros de verificación vehícular.

-PEMEX no cumplió con la distribución de gasolinas de ultra bajo contenido de azufre.

El medio ambiente no ha sido uno de los temas más atractivos para los políticos mexicanos, de ahí su desprecio o cuando menos su falta de interés en estos rubros, cuando están en funciones en algún cargo, destinando pocos recursos para mejorar la calidad del aire.

Hoy, una buena parte de la sociedad mexicana está enojada con sus autoridades, pues no atendieron como debían las "precontingencias ambientales". Pero también hay un sentimiento de responsabilidad, pues ahora entendemos que si ellos no trabajan para lo que fueron contratados se debe alzar la voz, participar más en redes sociales, cuestionarles, darles seguimiento a sus encargados en el tema. Y en caso de elecciones, no dejar al último el tema del medio ambiente.