Impeachment a Dilma Rouseff: la comisión de diputados trata un informe clave este lunes

Se descuenta que el organismo creado para proseguir o no con el juicio político optará por continuar. El oficialismo asume que deberá defender a su presidente en el pleno

Compartir
Compartir articulo
 Reuters 163
Reuters 163

Tenso y dividido, Brasil inicia este lunes una semana en la que se decidirá si la presidente Dilma Rousseff deberá enfrentar un juicio de destitución.


Una comisión especial de 65 diputados debería aprobar por mayoría simple un informe no vinculante que propone proseguir el proceso de impeachment de la mandataria ante el Senado, el cual tendrá la última palabra. Se espera que después de hablar los 25 integrantes, se vote haca el comienzo de la noche.


La mayoría de comisión debería ratificar la posición del relator, el diputado derechista Jovair Arantes, quien recomendó la destitución de la mandataria por manipular las cuentas públicas.


La oposición acusa a Rousseff de haber intervenido en las cuentas públicas en 2014, año de su reelección, y a inicios de 2015. Con una popularidad mínima y con el país en recesión, la ex guerrillera izquierdista de 68 años, denuncia persistentemente una tentativa de "golpe de Estado", y rechaza estas acusaciones.


LEA MÁS:


Sea cual sea el dictamen de la comisión, ésta será sometida al voto del plenario de la Cámara. Entre domingo y lunes, se espera el fallo definitivo de los diputados en un proceso en por el cual sólo el Senado tendrá la última palabra.


Este lunes, en Río de Janeiro, el ex presidente Lula Da Silva encabezará actos junto a partidarios del gobierno con el ánimo de movilizar a las bases y salvar el legado de los 13 años del Partido de los Trabajadores (PT) en el poder.


Lula al rescate

Investigado por corrupción en el caso Petrobras que sacude a toda la clase política y profundiza la crisis, Lula (2003-2010) fue nombrado ministro de la Casa Civil a mediados de marzo por Rousseff con el objetivo de movilizar los apoyos necesarios para frenar el impeachment.


 AFP 163
AFP 163

Pero su asunción fue bloqueada por la Justicia, que consideró que su nombramiento -que le otorga fueros- fue una artimaña para protegerlo de la Justicia ordinaria y del juez Sergio Moro, que investiga la red de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.


El jueves, el fiscal general Rodrigo Janot recomendó anular la designación de Lula como ministro respaldando esta tesis. La Corte Suprema debe pronunciarse al respecto esta semana.


Todo esto, sin embargo, no impide que Lula, figura emblemática de la izquierda latinoamericana, multiplique los contactos políticos desde un hotel en Brasilia.


El 61% de los brasileños apoyan hoy la destitución de Rousseff

Por ahora está en el aire si Lula conseguirá entrar al Gobierno, donde puede llegar a convertirse en el hombre fuerte que no sólo rescate a Rousseff, sino que pavimente su propia carrera a las elecciones presidenciales de 2018, para las que figura como favorito junto a la ambientalista Marina Silva, según la última encuesta de Datafolha.


De acuerdo con el mismo sondeo, el 61% de los brasileños apoyan hoy la destitución de Rousseff, contra un 68% que lo hacía a mediados de marzo.


En este escenario, el Gobierno trata de sumar apoyo no sólo en votos contra la destitución, sino también en simbolismos. Este lunes en Río, en la primera concentración donde estará Lula, también participará el célebre compositor y escritor Chico Buarque.



Suspenso hasta el fin

Si en el plenario los diputados aprueban una eventual moción de destitución por una mayoría de dos tercios (342 sobre el total de 513), el procedimiento seguirá hasta el Senado.


Y en caso de que éste lo vote afirmativamente, Rousseff sería entonces separada de su cargo y sustituida por el vicepresidente Michel Temer por un máximo de 180 días en espera de que la propia Cámara Alta emita su veredicto definitivo.


Si Rousseff es finalmente apartada de su cargo por el Senado, Temer gobernará hasta el fin del período en 2018.


LEA MÁS:


Pero de momento ninguno de los dos bandos tiene garantizado lograr un número de votos suficiente, pues unos 120 diputados se muestran aún indecisos o se niegan a revelar sus intenciones, según informes de prensa.


Mientras, un número creciente de voces propone que para salir de esta grave crisis se convoquen nuevas elecciones, algo que según la Constitución sólo podría ocurrir tanto si Rousseff como Temer pierden sus mandatos.


Pero por ahora nadie imagina una salida rápida a esta crisis que se agrava por la recesión en que está sumida la mayor economía de América Latina. El jueves, la mandataria llamó a "un gran pacto" para que Brasil salga de este trance.


Este domingo la explanada de los ministerios de Brasilia se llenó de vallas para separar, el próximo fin de semana, a adversarios y partidarios de la destitución de la presidente en un ambiente de ánimos muy caldeados.


El Gobierno prevé que unas 300.000 personas se concentren en la explanada entre el 15 y el 17 de abril.