"Una mujer policía me arrastró de los pelos hasta la celda mientras a mi marido le pateaban la cabeza"

Lo dijo la mujer que sufrió lesiones tras ser golpeada por personal del Servicio Penitenciario de Córdoba que promovió "la justicia por mano propia" contra una pareja acusada de violar a su bebé, que luego murió. Durante 12 horas sufrieron vejaciones y maltratos

Compartir
Compartir articulo
Deolinda Romero y Gastón Gómez fueron golpeados por personal de la justicia mientras estuvieron detenidos en la cárcel de Encausados (Córdoba). Después de 9 años, un tribunal condenó a los agresores.  Raimundo Viñuelas / La Voz 162
Deolinda Romero y Gastón Gómez fueron golpeados por personal de la justicia mientras estuvieron detenidos en la cárcel de Encausados (Córdoba). Después de 9 años, un tribunal condenó a los agresores.  Raimundo Viñuelas / La Voz 162

La madrugada del 6 de agosto de 2007, Nehemías —un bebito de apenas seis meses que había nacido con sobrepeso y problemas en los bronquios— se descompuso en su cuna mientras dormía. Respiraba mal y su carita tomaba color violáceo. De inmediato sus padres, Gastón Gómez y Deolinda Romero, lo llevaron al Hospital Infantil zonal al que había llegado con un paro. Allí quedó internado, pero a las 17 de ese día, falleció. Los médicos que lo habían atendido encontraron marcas sospechosas en el cuerpo y avisaron a las autoridades policiales que habían atendido un caso de malos tratos y violación seguida de muerte. El fiscal de turno, creyendo en el informe de los profesionales, los imputó por "abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte". Dos horas después, la pareja fue arrestada en la puerta de la casa a la que se habían mudado dos meses antes porque se había agrandado la familia (el matrimonio y Jeremías, de 2 años). Los llevaron a la cárcel de Encausados, Córdoba, lugar en el que en el lapso de 12 horas padecieron severos golpes, vejaciones, humillaciones y maltrato por parte de personal del Servicio Penitenciario, de la policía y de dos presos. Al otro día, los resultados de la necropsia fueron claros: "Muerte blanca" a causa de un paro cardiorespiratorio y definía que las ulceras (que los médicos confundieron con marcas de lesiones sexuales) se correspondían a una enfermedad patológica.



El caso no está cerrado. Aún queda el juicio sobre los médicos que dijeron que Nehemías Gómez había sido maltratado y violado por sus padres porque a raíz de esa acusación la vida de toda una familia cambió para siempre. Ojalá, esta vez la justicia no se tome 9 años para enjuiciar ni para condenar a los culpables.