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"Fu un exabrupto", dijo este jueves el empresario Lázaro Báez en referencia a sus dichos de que Ricardo Echegaray, ex director de la AFIP y actual titular de la Auditoría de la Nación (AGN), no podía explicar su enriquecimiento.
El empresario ingresó a las 11 horas al juzgado de Torres, en el cuarto piso de los tribunales de Comodoro Py. Báez pasó su primer noche en la cárcel de Ezeiza y volvió a los tribunales.
Llegó esposado con las manos atrás y custodiado por agentes del Servicio Penitenciario Federal. La audiencia fue muy breve porque Báez dijo que no tenía información para aportar.
Báez y su contador Daniel Pérez Gadín fueron detenidos el martes por orden del juez Sebastián Casanello en la causa por lavado de dinero y ayer declararon ante el magistrado.
En la declaración de este jueves estuvieron presentes el fiscal Eduardo Taniano, la secretaria del juzgado Verónica Bresciani, el defensor de Echegaray, Mario Laporta, y los abogados de la Oficina Anticorrupción, que fue aceptada como querellante en la causa.
El juez Torres se presentó en la audiencia y le preguntó por su estado de salud. Báez le dijo que había sufrido una arritmia pero que estaba medicado. Duró cerca de media hora. Por ese motivo, fue alojado ayer en el Hospital Penitenciario Central (HPC) de Ezeiza. Allí también está Pérez Gadín.
En la causa se investiga a Echegaray por presunto enriquecimiento ilícito en dos expedientes que se unificaron a cargo de Torres.