Desde los primeros movimientos el Sporting Cristal intentó adueñarse del pleito, y una perfecta pared construida entre Gabriel Costa y Santiago Silva Gerez hizo lucir a Marcos Díaz. El arquero reparó la distracción de sus compañeros y evitó la prematura conquista. Unos instantes después, el desborde de Renzo Revoredo dejó solo al uruguayo, quien intentó simular una falta de Federico Mancinelli, para que Raphael Claus sancione la pena máxima. Por fortuna para el Globo, el brasileño no compró la simulación.
El pase profundo de Horacio Calcaterra significó el comienzo de un golazo que enmudeció a Parque Patricios. La sociedad compuesta por Irven Ávila y Silva generó el sorpresivo 1 a 0, que dejó de rodillas a la entidad porteña. Los amagues del delantero de Artigas fueron los detalles del precioso tanto incaico.
El desconcierto quemero fue tan notorio que los errores en la salida de Mauro Bogado y los pésimos cierres de José San Róman estuvieron a punto de liquidar el pleito antes de tiempo. De no haber estado el arquero santafesino, las cosas se hubieran complicado más de lo pensado.
De todos modos, cuando menos se lo merecía, el conjunto de Eduardo Domínguez emparejó las acciones. Un pelotazo de Alejandro Romero Gamarra, una arremetida de Lucas Chacana y una efectiva resolución de Ramón Ábila conformaron el 1 a 1 para barajar y dar de nuevo.
La destacada individualidad de Wanchope fue la fórmula para que Huracán consiga revertir el marcador. El cordobés recibió de Daniel Montenegro, hizo pasar de largo a Revoredo y tocó hacia la red para el lamento de Diego Penny. El Globo volaba alto gracias a su principal figura.
Más allá de la victoria parcial, la producción del elenco de Domínguez no era satisfactoria y antes de ir al descanso, otro grosero error defensivo le dio la posibilidad a los de Mariano Soso de igualar el choque. Un centro de Ávila, un rebote lejano de Marcos Díaz y el oportunismo de Horacio Calcaterra sellaron el 2 a 2 en la entretenida noche bonaerense. Sin dudas, los entrenadores tenían que corregir muchos aspectos en los vestuarios.
En el complemento el Sporting Cristal continuó lastimando a la última línea argentina. Los desbordes de Jair Céspedes y los remates de Carlos Lobatón llevaron a que el ex Colón se reivindique con dos tapadas extraordinarias. Los peruanos se mostraban superiores nuevamente.
La trillada frase que afirma que los goles que no se hacen en un arco, se sufren en el otro, se confirmó cuando el Rolfi Montenegro hizo delirar al Palacio con el 3 a 2. La combinación del ex Independiente con Wanchope fue fundamental para sumar los tres puntos que permiten soñar con los octavos de final.
Con el grito de Ezequiel Miralles, el Globo confirmó la fiesta y llegó al segundo puesto de su zona, a 6 unidades de Atlético Nacional, único participante del certamen que ganó en todas sus presentaciones. A falta de dos fechas para el cierre de la primera etapa, los quemeros quieren seguir traspasando las fronteras.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com