La víctima, de 31 años, transmitía el jueves a las 16:00 un mensaje de video a sus amigos desde Chicago, hasta que un hombre empezó a dispararle

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Reía y mostraba orgulloso su barrio en la esquina de la 55 y Hoyne, en el sur de la ciudad. En un momento, dejó de mirar al frente y viró sus ojos hacia un costado.

Inmediatamente después se empezaron a escuchar los disparos. El joven soltó la cámara, que cayó al suelo y quedó enfocando al cielo. Entonces apareció el tirador, que apuntaba y continuaba descargando las ráfagas de balas.

Increíblemente, la víctima sobrevivió, aunque fue trasladada en estado crítico al hospital. Su pronóstico es reservado.

La Policía analiza detenidamente el video. Todavía no logró dar con el agresor, pero sospecha que fue un ajuste de cuentas entre bandas rivales, ya que la víctima -cuya identidad fue reservada- pertenecía a un grupo criminal. De hecho, en el rango de una hora se produjeron otros tiroteos en Chicago, que dejaron un saldo de tres muertos.