Había estado demasiado tiempo gritando y peleando con la gente, así que el gerente del bar decidió que se fuera. Envió directamente a los empleados de seguridad para que lo invitaran a retirarse, así que Dos Santos no pudo resistirse.
Sin embargo, no estaba dispuesto a aceptar tranquilamente semejante afrenta. Caminó unos metros hasta su auto, que estaba aparcado en la calle, se subió y aceleró a toda velocidad contra las personas que estaban en las mesas distribuidas en la vereda.
Como lo vieron venir, todos se levantaron y huyeron. Pero el conductor no se resignó. Tras hacer una pasada sin lastimar a nadie, dio media vuelta y volvió a arremeter.
La cámara de seguridad situada en la puerta del bar registró el momento en que Almir Santana Cândido, un mesero de 28 años, corría con desesperación para evitar que lo atropellen. No lo logró. Dos Santos lo arrolló y escapó.
La Policía lo arrestó algunas horas más tarde, en la madrugada del domingo 27. Cândido fue trasladado al Hospital Geral do Estado, donde se encuentra internado. Tiene una pierna rota y otras heridas, pero su pronóstico es favorable.