Cómo votan los boomers

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Cuando pido a mis estudiantes, en los claustros, que mencionen cuál es el fenómeno que se está dando en la humanidad y que nunca antes se había visto, suelen contestar: "El gran aumento de la población en países como China o India". Otros señalan: "El fenómeno de urbanización"; apenas alguno dice: "El envejecimiento de la población". Si bien los tres son ciertos, y en algún sentido son fenómenos convergentes, el aumento de la población es el que de manera más determinante afectará no sólo nuestra sociedad, sino todas las instituciones que son parte de ella.

En este sentido, los aspectos vinculados a la gobernanza y su vínculo con la edad cada vez atraen mayor atención. En ello, flota la tesis de: "Las sociedades con mayor número de personas mayores son más conservadoras a la hora del voto".

Los antecedentes parecerían confirmarlo. Un mayor peso de las cohortes de mayores inclina el voto hacia lo conservador. Veamos algunos escenarios. En 2014, cuando Escocia celebró el referéndum para medir la continuidad de la anexión al Reino Unido, los votantes mayores de 65 años fueron fuertemente opositores y decisivos para la continuidad de la unión a Gran Bretaña. El promedio general de voto por la separación fue 45%; en este grupo, apenas el 27%, el más bajo entre todas las edades. En la elección general de 2015, también en Reino Unido, el voto conservador en los mayores de 65 llegó al 47%, nuevamente el más alto por edad, tanto en hombres como mujeres. Por rangos de edad se vio que la edad en que el voto conservador sobrepasó al voto laborista fue en el grupo de 35 a 44 años. Una edad que el recordado Leopoldo Salvarezza describió como "edad media de la vida", donde hay un cambio en la percepción del tiempo y se hace consciente la finitud.

¿Qué ocurrió en España en 2015? La intención de voto, unas semanas antes de la elección presidencial de diciembre, mostraba que en el grupo de mayores de 65 años la fuerza conservadora, representada por el Partido Popular (PP), conseguía el mayor porcentaje de votos (30%), al tiempo que nuevas agrupaciones, como Podemos y Ciudadanos, apenas alcanzaban el 2% y 9%, respectivamente. Cuando en Cataluña, un año antes, se midió la intención de voto para apoyar su independencia de España y se preguntó si Cataluña debía ser un Estado, los mayores de sesenta años constituyeron el grupo con menor apoyo a la separación (41,3%). Moraleja: los mayores escoceses y catalanes no gustan de conductas separatistas.

Este año, en Estados Unidos se celebran elecciones presidenciales y el aspecto demográfico no escapa al ojo de encuestadores y analistas. Especialmente cuando los más de 75 millones baby boomers (aquellos nacidos entre 1946-1964), una generación que dominó y consolidó la economía norteamericana por un cuarto de siglo, comienza a llegar a la edad del retiro. Su relevancia será social, económica y política.

Están llamados a ser una generación bisagra. Marcarán un antes y un después en los Estados Unidos. Son una generación de mayores mucho más diversa en términos raciales que las que los precedieron, han sido combatientes por los derechos civiles, especialmente las mujeres; poseen un nivel de educación formal mayor que otras generaciones, y por si fuera poco, dominan cerca del 70% de la economía doméstica.

Considerando las cifras de la elección de 2012 en Estados Unidos, se espera que para estas próximas elecciones de 2016 los votantes entre 61 y 70 años de edad sean aproximadamente el 17% de todos los votantes. Si incluimos aquellos entre 52 y 60 años, en conjunto serán 35% de los votos. Sirva como referencia que los votos de los milenials (18-35 años) representarán el 24% de los sufragios. Por si fuera poco, esta tendencia irá en aumento, ya que en 2024 los boomers de entre 60-78 años serán uno de cada tres votos. Un voto que también en Estados Unidos a mayor edad se vuelve más conservador. En la elección de 2012, según el New York Times, el 56% de los votos mayores de 65 años fueron a los republicanos. Otro estudio, en este caso del Pew Research Center, en 2014 mostraba que el porcentaje de boomers demócratas descendía con la edad. Lo que es evidente es que los boomers tienen mucho más de parecido con los jóvenes que cualquier generación previa.

Esto podría explicar por qué Bernie Sanders —que debió presentar su historial médico para atestiguar buena condición de salud a los 74 años— logró un inesperado apoyo del sector más juvenil de votantes. En Iowa, lo votó un 78% respecto de Hillary Clinton y luego, en New Hampshire, ganó en todos los grupos demográficos. En Nevada se repitió: los jóvenes con Sanders y los mayores con Clinton.

El 1º de marzo se votó en 13 Estados; el peso de los boomers puede que sea definitorio en las primarias demócratas, donde uno de los suyos es un sólido contendiente frente al "conservadorismo demócrata" que encarna Hillary. En todo caso, será en las presidenciales de noviembre que veremos si se vuelve a confirmar la tesis "Son las sociedades con mayor número de personas mayores más conservadoras a la hora del voto".


El autor es médico de familia (UBA) y Doctor en Medicina por la Universidad de Salamanca (España). Autor de "De vuelta. Diálogos con quienes vivieron mucho (y lo cuentan bien)" (Aguilar, 2015). En Twitter: @Diego__MD