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Los servicios de seguridad locales informaron este viernes que el incidente fue atribuido al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El ataque se perpetró el jueves contra un cuartel de la gendarmería de la localidad de Mermer, en la autopista que une Diyarbakir, poblada sobre todo por kurdos, y Bingöl, cuando una camioneta repleta de explosivos impactó contra un edificio y los atacantes abrieron fuego con armas automáticas contra los gendarmes.
En un primer momento se informó de un agente muerto, pero el recuento final de víctimas arroja tres uniformados fallecidos y 24 heridos.
Los agentes de la Gendarmería, un cuerpo policial militarizado, respondieron al ataque y se desató un tiroteo que se prolongó por unos 20 minutos.
Muchas ambulancias fueron enviadas al lugar del ataque, pero no pudieron acercarse hasta que terminó el enfrentamiento.
La fuerza de la explosión hizo que parte del cuartel se derrumbara, y los equipos de rescate tuvieron que sacar a los heridos de debajo de los escombros.
Un juzgado de Diyarbakir ha prohibido la emisión de imágenes e informaciones sobre el incidente, y ninguno de los diarios turcos ofrece detalles del ataque en sus ediciones de este viernes.
El ejército turco inició una masiva operación, apoyada por helicópteros militares, para localizar a los guerrilleros que escaparon tras el ataque.
El conflicto kurdo se ha reactivado el pasado verano, rompiendo un alto el fuego de más de dos años. Las fuerzas de seguridad combaten a los insurgentes en numerosas ciudades del sudeste sometidas a toques de queda.
Más de 40.000 personas han muerto desde que se iniciara el reclamo kurdo en 1984.