Looks friendly y menos protocolo en la cena de honor al matrimonio Obama

Juliana Awada y Michelle Obama otra vez deslumbraron con su elegancia: vestidos de autor, sin mangas. La recepción tuvo calidez y fue más descontracturada: el presidente Obama bailó tango con Mora Godoy.

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Los presidentes, de ambo oscuro y corbata. Las primeras damas, con vestido de autor a la rodilla. Reuters 162
Los presidentes, de ambo oscuro y corbata. Las primeras damas, con vestido de autor a la rodilla. Reuters 162

Protocolo sin protocolo. Elegancia friendly. La cena de honor realizada en el Centro Cultural Kirchner como cierre de la primera jornada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su familia en la Argentina, estuvo marcada por unos looks clásicos pero descontracturados. Tanto Juliana Awada como Michelle Obama le escaparon a los vestidos largos y con las piernas cubiertas y apostaron a modelos impecables de autor ? hasta las rodillas, sin mangas.

Poco después de las 19.30 de este miércoles, las dos primeras damas aparecieron en escena en la puerta del CCK y con su look empezaron a advertir lo que sería una cena cercana, cálida y sin tanto protocolo. Una cena que comenzó a la luz de las velas y que incluyó a la pareja Obama bailando el tango "Por una cabeza" junto a la prestigiosa bailarina Mora Godoy.

Tras el discurso, Macri y Obama levantaron las copas para brindar Télam 162
Tras el discurso, Macri y Obama levantaron las copas para brindar Télam 162

Juliana Awada lo volvió a hacer. Volvió a deslumbrar a todos con su look y otra vez reflejó su capacidad de mantener intacta su elegancia con vestidos de cualquier tipo. Esta vez, la mujer de Mauricio Macri lució un vestido azulino del diseñador Gabriel Lage, un vestido de autor con un preciso trabajo artesanal. Un clutch hiper trendy. Todo con un estilo neto que se ve en su bijou y un recogido en el pelo.

"Es una mujer muy elegante y fresca. Creo que tiene que ir con todos los diseñadores argentinos y mostrar nuestra moda al mundo", decía un Lage orgulloso de su creación.

Michelle Obama también se lució con un vestido de autor clásico de tela arrasada rosa pálido, trabajado manualmente con apliques de bordados plateados. Para su cabello, estilo semi recogido acompañado de importantes aros de brillantes.

Por el lado de ellos, ambos presidentes coincidieron en el ambo negro y corbata.

Escaparle al smoking y el tuxedo fue otra prueba de lo relajado de look elegido para la velada.

La hija mayor de Awada, Valentina Barbier, simpática y con la frescura de sus 12 años, fue una de las estrellas de la noche. En un perfecto inglés, charló durante minutos mano a mano con el presidente Obama. Y después saludó efusivamente a los integrantes de la mesa principal, en especial a Mauricio Macri, el esposo de su mamá.

Entre los 476 invitados, además de los principales funcionarios del Gobierno, autoridades y políticos de distintos partidos, hubo representantes del mundo del espectáculo, como Mirtha Legrand, Juan José Campanella, Ricardo Darín, Graciela Borges, Julio Chaves y Juana Viale, entre otros.

El menú preparado por los chefs Tommy Perlberger y Josie Bridge incluyó delicias como burrata, tiradito de higo, verdes tiernos, focaccia de aceitunas y speack ahumado como entrada y jarrete de cordero acompañado por papas dominó, crema de berenjena ahumada y ensalada de tomates de plato principal. El postre fue pavlova de duraznos y ananá, con helado de mascarpone y vainilla.