Por qué la carne fue clave para que los seres humanos fueran "más lindos"

Investigadores de Harvard concluyeron que descubrir las herramientas para su corte y cocción provocaron cambios en la morfología de la cara del hombre primitivo, ya que se le achicó la mandíbula y los dientes

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"Los primeros humanos, representantes del género Homo, empezaron a consumir carne hace alrededor de 2,6 millones de años en África, y esta fuente de alimentación fue un elemento clave en la evolución humana hasta la aparición de la agricultura". La afirmación surgió de una investigación realizada del Departamento de Biología Evolutiva Humana de la Universidad de Harvard, publicada en la revista científica Nature.

El estudio concluyó que tras el primer consumo de carne por parte de los homínidos primitivos, estos comenzaron a desarrollar las facciones de la cara que llevaron a la estilización alcanzada en la actualidad.

También, las técnicas de cocinado dieron un efecto sobre la morfología de la boca, la cara y la dentadura de los primeros hombres. Pero, aunque se ha especulado mucho en el ámbito de la paleoantropología sobre esto, aún no se puede afirmar cuál fue el efecto de estos cambios en la alimentación sobre los humanos que comenzaban a conquistar el mundo desde África en aquel entonces.

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Hace aproximadamente dos millones de años, los humanos evolucionaron hacia el desarrollo de cerebros y cuerpos de mayor tamaño.

"De una forma directa, esa transformación tuvo que ir de la mano de una mayor demanda energética, de la necesidad de una mayor ingesta de comida. Pero paradójicamente, mientras se estaba produciendo ese cambio hacia individuos de mayor tamaño y con cerebros más grandes, los dientes de esos primeros humanos se hicieron más pequeños, los músculos mandibulares más débiles y las gargantas más afiladas y estrechas", especificó el estudio.

La investigación de Harvard reveló que la carne y las herramientas utilizadas y no la posterior técnica de cocinar los alimentos con fuego, podrían haber permitido a los humanos primitivos desarrollar una maquinaria masticadora -mandíbulas y dientes- de menor tamaño, lo que tuvo un efecto sobre otras funciones como la capacidad para hablar.

Los primeros humanos no controlaron el fuego hasta hace cerca de un millón de años y no cocinaron los alimentos hasta hace unos 500 mil años

Muchos científicos ya habían especulado antes con la posibilidad de que la incorporación de la carne a la dieta de aquellos primeros humanos y el uso de herramientas -para cortar la carne en pequeños trozos- o el cocinado de los alimentos pudieran haber hecho posible esos cambios en la morfología de su aparato masticador.

Pruebas contundentes

Para tratar de despejar dudas sobre qué llevó a los primeros humanos a esos cambios morfológicos, los autores del trabajo diseñaron una serie de experimentos para reproducir los cambios que pudieron introducir en el masticado de alimentos la incorporación de la carne, el uso de herramientas y la cocina. Las pruebas consistieron en dar de comer carne cruda y otros alimentos vegetales ricos a tres grupos de personas -34 individuos en total- divididos por edades para analizar la fuerza y el tiempo requeridos en la masticación de cada alimento antes de ser triturados y de poder ser tragados.