Cuando restaba poco más de una hora para el inicio del partido, las autoridades turcas anunciaron la suspensión del encuentro entre Galatasaray-Fenerbahçe por motivos de seguridad "no especificados".
Más tarde, la agencia de noticias AFP informó que el encuentro corría un riesgo serio de atentado, por lo que tuvieron que evacuar a los aficionados que ocupaban desde temprano las gradas del Türk Telekom Arena.
Durante las semanas previas al cotejo más importante de Turquía, se había barajado la posibilidad de disputar el duelo sin público, para evitar cualquier tipo de amenaza o conflicto entre ambas parcialidades.
Finalmente, se montó un enorme operativo policial para blindar el derby, que tras ser suspendido aún no tiene fecha de reanudación.
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Ayer por la mañana, un joven vinculado al Estado Islámico (Dáesh) se inmoló en la céntrica calle Istiklal de Estambul, matando a otras cuatro personas, y hay cierto nerviosismo en la ciudad ante la posibilidad de nuevos atentados.