Piratas del asfalto: el nuevo mapa del delito y las zonas calientes de la Ciudad

Villa Soldati se convirtió en el nuevo foco de robos de mercadería con más de 100 asaltos el año pasado. Patentes clonadas, sospechas de lavado y más violencia

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 Télam 162
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En el último año, la piratería del asfalto aumentó más de un 10 por ciento. No sólo eso: aprendió a reubicarse y reestructurarse. La Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones es el encuentro semestral organizado por los abogados penalistas Gabriel Iezzi y Víctor Varone, especialistas en seguridad ciudadana y el mercado de seguros. A la Mesa asisten no solo ejecutivos de las mayores empresas del país como NewSan o Nobleza Piccardo, sino también fiscales especializados en la materia de la Procuración bonaerense, figuras jerárquicas de la Policía Federal o de los ministerios de Seguridad de Nación y Ciudad así fiscales del Ministerio Público como Cristina Caamaño.

El encuentro es, en sí, una mesa de enlace, diseñada para analizar tendencias en el delito y articular políticas. Su última reunión fue celebrada ayer en una oficina céntrica, la más convocante hasta ahora con sesenta personas. Entre ellas, hubo una voz con información al menos interesante.

El fiscal Diego García Yomha, titular de la Dirección de Análisis Criminal y Planificación del MPF, se encarga de centralizar información sobre el delito de todo el país para establecer mapas y patrones. Ante la Mesa, García Yomha presentó números en concreto como pocas veces se vieron con respecto a la piratería del asfalto. Para su presentación, García Yomha sintetizó expedientes NN de los últimos tres años en territorio porteño. Excluyó, por ejemplo, los robos piraña a camionetas de pocas cajas de mercadería, una mecánica frecuente. El fiscal contó 435 hechos en 2013 y 411 en 2015. En 2015, la piratería repuntó: 458 hechos, un aumento de poco más de un 10 por ciento. El segundo trimestre del año fue el más agitado, con 154 hechos.

El delito no sólo incrementó, sino que también cambió de foco: Villa Soldati, de acuerdo a los cálculos de García Yomha, es la nueva zona caliente. En 2013, Pompeya era el principal punto de robos gracias a la cantidad de expresos presentes en la zona: 51 ataques ese año, seguido por Villa Soldati con 43 hechos y Barracas con 26. El año siguiente, Soldati llegó a la punta con 69 hechos en total.

En 2015, el aumento fue dramático: 108 robos en la zona, con apenas 44 en Pompeya, 23 en Flores, 20 en Parque Patricios, 16 en Barracas y 14 en Parque Avellaneda. En todos los hechos menos uno, hubo presencia de armas de fuego y una logística de dos a cinco personas.

Varios especialistas atribuyen el cambio a la intensificación de controles policiales en Pompeya, lo que obligó a los piratas, usualmente delincuentes experimentados con bandas altamente compartimentadas y una logistica de entregadores casi siempre dentro de las mismas empresas a mover su escenario delictivo. Otros, a lo que hay en Villa Soldati misma: la gran cantidad de depósitos de mercadería.

La violencia es otro factor en alza. El abogado Iezzi evalúa la situación: "Hay un aumento gradual en el indice de hechos, como asi tambien mayor violencia de autores y algunas bandas conformadas por delincuentes 'no profesionales' en la materia". El año pasado, fiscales bonaerenses especializados en robo de mercadería como Adrián Arribas advertían una mayor agresividad en ladrones. Que se dispare un arma en un hecho significa una pérdida del control de la situación. Hubo un muerto la semana pasada, en un caso que quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción Nº38 del doctor Lucio Herrera.

El viernes 11, personal de la PFA fue desplazado a la calle San Antonio al 300 en Barracas por un herido de bala: Raúl Zarate, policía retirado con rango de inspector y vigilador privado, esperaba dentro de un auto con un tiro en el pecho. Su compañero declaró que esperaban la salida de un camión de OCA al que debían custodiar. En ese momento, cuatro hombres aparecieron para robarlo, lo que devino en un cruce de disparos. Hubo siete vainas servidas de .9mm en la escena

En la Mesa Interempresarial, además del fiscal García Yohma, hubo otra presencia llamativa: el fiscal Carlos Gonella, cabeza de la PROCELAC, invitado a la reunión. Iezzi explica: "Entendemos que con el producido de los robos de pirateria, se genera una operación de lavado de dinero, de ahí invitamos a sumarse a la PROCELAC, quien se puso a las ordenes de las autoridades judiciales y policiales que asistieron" Gonella se puso al frente de la reunión y djo: "Hay que entender a la piratería como un delito organizado". El fiscal explica a Infobae: "Aclaré inquietudes respecto de la competencia para la investigación de casos de lavado de activos, sea que el delito precedente sea o no de jurisdicción federal. Conté experiencias positivas producto de buenas prácticas de articulación con el fuero criminal para el abordaje de la problemática de los secuestros virtuales, propuse líneas de trabajo con los fiscales de provincia, puse a disposición los recursos de la PROCELAC para el abordaje temprano de la veta económica de las organizaciones de piratas del asfalto y destaqué la importancia de articular con el sector privado, como en este caso, por ser el que sufre directamente la piratería".

Victor Varone señala dos puntos salientes en la agenda: "Llegar a investigación patrimonial de los integrantes de las bandas, tipificar penalmente el uso de inhibidores de señales para robos de camiones y crear fiscalías especializadas tal como existen en la provincia de Buenos Aires para el ámbito nacional". Pero en la Mesa, aparte de propuestas, pueden oírse historias al menos interesantes.

En la reunión de ayer, un ejecutivo de una de las mayores empresas cárnicas de la Argentina relató cómo meses atrás un camión Volvo Globetrotter contratado por la firma debía mover más de 80 toneladas de fiambres, con un valor de un millón de pesos, desde Rosario hasta la zona de Martínez. Un grupo de delincuentes lo abordó a mitad de camino, a la altura de Río Tala, al sur del partido de San Pedro para llevarse el camión mismo, que nunca fue recuperado, junto con el lote de fiambre entero. El mes pasado, el dueño del camión recibió una extraña notificación: una multa por exceso de velocidad del vehículo robado. Lo que no quedó claro, para el ejecutivo del frigorífico que contaba esta historia, fue si la multa era para el camión o apenas su patente.

Esta anécdota fue apenas la punta del iceberg para ilustrar una nueva modalidad en auge de la piratería del asfalto: el robo y duplicado de patentes, no solo de camiones sino de semirremolques, con una banda en la provincia de Buenos Aires investigada por esta misma mecánica.

Hubo críticas cruzadas, incluso provenientes de fiscales: el estado general de las cámaras de seguridad del Gobierno porteño fue uno de los principales puntos calientes. "O no sirven, o no toman, o no funcionan", lanzó un empresario. Funcionarios porteños como Santiago Schiapetto, subsecretario de Seguridad, hablaron también del "anillo digital" que planea implementar la administración de Horacio Rodríguez Larreta. Voces del Ministerio de Seguridad de la Nación fueron menos esquivas y alertaron sobre un aumento de robo de vehículos vacíos para cometer delitos y más asaltos a camiones de cobranza porque "se aprendió cómo abrir más rápido las cajas de los móviles". "El delito no baja", apuntó el mismo funcionario jerárquico de la cartera de Gelly y Obes.