Dilma Rousseff pierde aliados: el oficialista PMDB prohibió a sus afiliados aceptar cargos en el gobierno

El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el actual vicepresidente, también anunció que sus dirigentes establecieron un plazo de 30 días para decidir si rompen lazos con la mandataria y con el Partido de los Trabajadores

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El oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) decidió este sábado prohibir a sus afiliados que ocupen nuevos cargos en el gobierno, en lo que fue interpretado como un claro distanciamiento de la presidenta Dilma Rousseff.

La decisión fue tomada en el marco de una convención nacional que ese partido, el más influyente del país y de la propia coalición de gobierno, en la que muchos dirigentes de la formación exigieron una ruptura "inmediata" con Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT), al que ella pertenece.

El PMDB también acordó que la decisión sobre la posible salida de esa formación del gobierno, exigida a gritos hoy por la numerosa disidencia del partido, será tomada en un plazo de treinta días por la nueva directiva que será designada durante la convención.

"Son medidas de precaución", indicó Wellington Moreira Franco, uno de los principales líderes del PMDB, quien explicó que la aguda crisis política y económica que enfrenta Brasil demanda "prudencia a todos los dirigentes" y a "la propia sociedad".

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El PMDB tiene como principal líder al vicepresidente del país, Michel Temer, primero en la línea sucesoria en caso de que prospere un juicio político que la oposición promueve en el Congreso contra Rousseff.

Temer intervino en la convención y en su discurso admitió que "la crisis política y económica" del país es "gravísima" e instó a la "unidad de todos" para superarla.

El vicepresidente evitó aludir a las demandas de algunos sectores del PMDB de romper con el gobierno, indicó que la situación del país exige "no caldear los ánimos" y aseguró que esa formación pretende "rescatar los valores de la República y reencontrar la vía del crecimiento económico y el desarrollo".

El PMDB ocupa actualmente 7 de los 31 ministerios que tiene el gobierno de Rousseff y representa la segunda minoría en la Cámara de Diputados y la primera en el Senado.

En el mapa regional, gobierna en siete de los 27 estados del país, mientras que en el plano municipal tiene aún más presencia y cuenta con 1.041 de las 5.570 alcaldías del país.

Rousseff mantiene los peores índices de popularidad que ha tenido un gobernante en Brasil, en torno al 10%, y su imagen ha sido más golpeada ahora por los problemas judiciales de Luiz Inácio Lula da Silva, su antecesor y padrino político, amenazado por un pedido de detención preventiva sobre el que la Justicia aún no decide.