El Gobierno aceptó la renuncia de Román Di Santo como jefe de la Policía Federal

El comisario general presentó su dimisión en las últimas horas. También dejó la fuerza su segundo, Héctor Tebes: la Federal queda acéfala

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Télam
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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, comunicó este jueves que aceptó la renuncia de Román Di Santo como jefe de la Policía Federal. En el entorno del comisario habían confirmado a Infobae que su decisión había sido disparada en buena medida por los duros dichos de Elisa Carrió –aliada de Mauricio Macri en Cambiemos– en su contra por una presunta cercanía a la cúpula macrista. Sin embargo, él mismo aclaró a sus allegados que no tenía que ver con el Presidente ni la ministra.

La noticia se conoció en medio del calor público generado por las sospechas sobre la actuación de la PFA en el caso Nisman, no solo en la entrada de Di Santo a la torre Le Parc sino también en pericias a cargo de la fuerza que terminaron en una denuncia de la jueza Fabiana Palmaghini.

En una nota, el ministerio confirmó, además, que junto a Di Santo dejó su cargo Héctor Tébes, subjefe de la fuerza e histórico segundo de Di Santo, lo que era un movimiento previsible tras la partida del máximo jefe. Así, con excepción de Guillermo Calviño, cabeza de las 54 comisarías porteñas y divisiones investigativas como Homicidios y Robos y Hurtos, la Policía Federal queda acéfala. Sebastián Seggio, tercer hombre en la fuerza, tuvo que dejar su cargo de cara a las elecciones por llamar a colegas a votar por Daniel Scioli a través de las redes sociales.

"Expresamos nuestra gratitud y reconocimiento hacia los comisarios generales, por la labor realizada en la Policía Federal Argentina y por sus años de servicio al conjunto de la sociedad. En el acto de asunción de las nuevas autoridades de la fuerza, se les otorgará un reconocimiento por su destacado profesionalismo e interminable dedicación", indicó la cartera, que además agradeció al ahora ex titular de la PFA por "la dificultosa tarea que supo afrontar durante el traspaso" de la superintendencia de la fuerza a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Este último ítem es otro punto de conflicto. Con Calviño, el comisario mayor a cargo de unir las 54 comisarías con la Policía Metropolitana, Di Santo tuvo un enfrentamiento por poder, recursos humanos e inmuebles que fue un reflejo de las tensiones entre Ciudad y Nación por el mismo punto.