Lo mejor y lo peor de los Galaxy S7 y S7 edge

Las críticas sobre los teléfonos de Samsung coinciden en que la batería, la ranura para tarjetas microSD y la cámara son los aspectos más sobresalientes. El diseño, aplicaciones innecesarias y las notificaciones en pantalla, lo más flojo

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 AP 162
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Asia, Europa y los EEUU serán los primeros mercados en donde desembarcarán los Galaxy S7 y S7 edge de Samsung, presentados durante el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona a fines de febrero.

Hace unas horas venció el acuerdo de confidencialidad y de ahí que diversos medios del mundo hayan publicado las primeras reseñas sobre los últimos equipos de Samsung.

Si bien son decenas de artículos, hay cierto consenso sobre los aspectos más y menos destacados de los Galaxy S7 y S7 edge. A favor, las coincidencias son claras: la calidad de la cámara, el regreso de la ranura para ampliar el almacenamiento mediante microSD, la autonomía gracias a las nuevas baterías y la resistencia al agua.

Del otro lado, si bien el diseño fue mejorado, hubo quejas sobre lo resbaladizo que puede resultar el equipo. Tampoco convenció la interfaz TouchWiz de Samsung, que ocupa, junto a aplicaciones innecesarias, alrededor de 8 GB. La ausencia –otra vez– de la radio FM y la desaparición del infrarrojo fueron otros puntos destacados en las reseñas.

Otro aspecto negativo del equipo es el modo Always On, que permite ver notificaciones aunque la pantalla esté bloqueada: a diferencia de los celulares de Motorola, en el caso de los S7 no se pueden leer mensajes de WhatsApp ni correos, por ejemplo.

Varios artículos señalan además que la presencia del conector USB-C hubiera dado a los S7 un toque distintivo ante la competencia. Sin embargo, Samsung decidió no utilizarlo.

Los puntos en donde las reseñas no coinciden tienen que ver con la performance general de los Galaxy S7 y S7 edge. Mientras algunos resaltan que hay una mejora de velocidad frente a la generación anterior de celulares, otros medios recalcan que la interfaz de Samsung continúa siendo muy pesada.

Samsung consiguió incorporar una ranura para tarjetas microSD, resistencia al agua y una mejor batería gracias a que aumentó el tamaño de sus Galaxy S7.

Las mayores dimensiones y peso, sin embargo, no resultan en una contra sino todo lo contrario: los Galaxy S6 eran demasiado livianos.

Al mismo tiempo, la surcoreana mantuvo el diseño alargado y con ello consiguió, una vez más, que el usuario no sienta que tiene en sus manos una phablet incómoda.

La cubierta trasera de los S7 es de cristal, pero algo más redondeado y de ahí que su agarre sea mejor. A pesar de ello, hubo quejas por lo resbaladizo que puede resultar.

Detrás de la cubierta trasera se aloja una batería de 3600 mAh en el caso del S7 edge. El mayor tamaño de la pila y las mejoras de Android Marshmallow se traducen en una autonomía de un día entero, sin temor a quedarse sin celular cerca del fin del día como sucede con los S6.

Si bien la autonomía no es sobresaliente, las críticas coinciden en que hubo una mejora sustancial ante la generación anterior de Galaxy S.

También es importante la inclusión de carga rápida: se llena al 100% en hora y media con el cargador de fábrica.

La inclusión de una pantalla Always On no afectó la autonomía del equipo. En ese modo, el display mostrará un reloj y una serie de íconos con notificaciones, ideal para saber qué mensajes, correos o llamadas están pendientes de revisión.

Lo malo es que, a diferencia del sistema que incorporan los celulares de Motorola, Always On no permite conocer qué dicen los mensajes de WhatsApp, los correos o quién realizó un llamado. Para ello, el usuario deberá desbloquear el equipo.

Las críticas pusieron a las cámaras de los Galaxy S7 y S7 edge por encima de las ya sobresalientes que tenía la generación anterior.

El aspecto que más destacan los artículos tiene relación con las buenas imágenes que se obtienen en condiciones de mala iluminación.

Si bien la cámara de los S7 tiene menos píxeles que los modelos anteriores (12 frente a los 16 del S6), Samsung optó por mejorar cada píxel y dotarla de lentes más brillantes. El resultado más notorio de esa combinación es en las fotos nocturnas o en condiciones de poca luz.

La contrapartida de ello es que, al hacer zoom sobre cada foto, habrá menos detalles que en la actualidad.

Los 12 megapíxeles solo se obtienen en caso de utilizar el formato 4:3. Quienes prefieren el más alargado 16:9 verán que las fotos quedan en 9,1 megapíxeles, con mucho menor cantidad de detalles al hacer zoom.

Si el autofoco de los S6 era veloz, en los S7 Samsung logró un nuevo salto de calidad. La activación de la cámara, sobre todo cuando se presiona el botón de inicio dos veces esté o no bloqueado el dispositivo, también es ahora más rápida.

Poco entusiasmo generó el modo Motion Panorama, donde la cámara capta un clip de unos pocos segundos para obtener fotos con movimiento.

Dentro de los nuevos modos de cámara sobresalen Transmisión en directo vía YouTube, cámara lenta (720p) y el Pro, donde en el Lumia 1020 de la ex Nokia debutó una aplicación (Lumia Camera) que permitía tomar el control absoluto sobre todos los controles de la cámara.

Es decir, el usuario podrá tener el control manual (y guardar un perfil) sobre la velocidad de obturación, la ISO, el balance de blancos, el enfoque y la exposición, por solo nombrar algunos.

Al usar la cámara en ese modo, el teléfono es capaz de almacenar una imagen en el tradicional formato JPG y RAW.

Ese último formato es empleado sobre todo en el ámbito profesional ya que, a diferencia del resto, las fotografías poseen el 100% de los datos de la imagen, es decir, tal como fuera captada por el sensor. Esto hace que el archivo sea mucho más pesado que los tradicionales, como un JPEG, pero tiene el atractivo de permitir retocar la imagen desde cero en una computadora.

En español:

-Xataka

-ComputerHoy

-Hipertextual

En inglés:

-Wired

-Engadget

-The Verge

-Time