María Eugenia Vidal recibió un crítico informe sobre las aguas bonaerenses

Una auditoría encargada por la gobernadora arrojó que en la Provincia hay contaminación, desbordes cloacales y cañerías con más de 100 años que no fueron reemplazadas, entre otros problemas

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La herencia kirchnerista también está en las aguas bonaerenses. Un informe encargado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, arrojó resultados alarmantes que ponen en evidencia la desinversión y los problemas de servicio de la empresa estatal ABSA.

Salinización, presencia de arsénico, falta de redes y nitratos, presencia de hierro y magnesio y desertificación son las problemáticas que conforman las secciones del documento que recibió Vidal.

Según un extracto de la auditoría que publicó Perfil, hay falta de mantenimiento en las 18 plantas potabilizadoras. Por ejemplo, la "Donato Gerardi", de Punta Lara, lleva 60 años en funcionamiento, pero originalmente su vida útil era de 30.

Según el informe, "los desbordes cloacales se reiteran en toda la concesión"

En cuanto a las 77 plantas depuradoras cloacales, el informe advierte: "Hay un gasto extraordinario por rotura de bombas, andamiajes en deterioro y mayor consumo de potabilizantes".

Las cañerías también fueron objeto de estudio, y el documento también arrojó un panorama preocupante: hay más de 40 mil reclamos irresueltos por "baja presión, pérdidas y conexiones irregulares". Puntualmente en La Plata, se destaca que hay cañerías que tienen 100 años pero ABSA no las reemplazó.

Finalmente, otro alarmante y desagradable problema es el de los desbordes cloacales, con sus consecuencias ambientales y en la salud: "Los desbordes se reiteran en toda la concesión", advierte el informe que le llegó a Vidal.